El esfuerzo de la factoría Disney por intentar avanzar al mismo ritmo que la sociedad resulta evidente en sus últimas producciones. Las princesas débiles y dulces que deben ser salvadas por su príncipe azul como La Cenicienta, Blancanieves o La Bella Durmiente parecen ya historias de otro tiempo. Desde que la valerosa Mulán rompiese todos los moldes allá por el año 97, han sido muchas las compañeras que también han sabido ir más allá de los clichés de género que se relacionan con este gran gigante de la animación.
De hecho, el colectivo LGTB lleva años reclamando a Disney una mayor visibilidad en sus películas. De forma tímida y rodeada de polémica, Frozen (2013) fue la primera película en la que se podía intuir una orientación homosexual en su protagonista. De hecho, hace unos meses se comenzó a especular con la posibilidad de que fuese Elsa quien saliese del armario en la segunda entrega de la exitosa película.
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Lo que empezó siendo una simple especulación rodeada de voces discordantes, ha acabado siendo toda una declaración de intenciones por parte de la factoría que a principios del siglo pasado fundase Walt Disney. Un buen primer paso que se reafirmó con el personaje de Lefou en la reinterpretación de carne y hueso de La Bella y La Bestia. El fiel compañero de Gastón era gay y no tenía ningún problema en demostrarlo.
© La otra Mirada
¿Qué piensas tú de este avance? Nosotras creemos que es básico educar a los más pequeños en el respeto y la tolerancia a todos. Sin duda, estas películas para visibilizar y normalizar el colectivo LGTB son una forma genial de empezar.
Otros colectivos también pide a Disney que "abra su mente"
Aunque Disney avanza en ese camino por modernizarse y deshacerse de los tradicionales clichés que se le asocian, aún sigue cayendo en algunos errores imperdonables. Mucho se ha comentado sobre que la representante humana de Yasmine en la próxima versión de Aladdin sea una actriz occidental. Mientras el protagonista masculino será Mena Massoud, un apuesto actor egipcio, en el caso de Yasmine la elegida ha sido Naomi Scott, de nacionalidad británica aunque con antecedentes indios. Y nos preguntamos, ¿no sería esta la oportunidad ideal para mostrar que hay más modelos de princesas?
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