Las nuevas tecnologías y, más concretamente las redes sociales, suponen un arma más utilizada por los maltratadores para controlar a sus víctimas más jóvenes. Y es que esta es una de las principales vías para ejercer violencia machista dentro de las parejas adolescentes. Un sector de la población que arroja datos alarmantes en lo que se refiere a maltrato dentro de la pareja.
En los seis primeros meses del año, ha aumentado prácticamente un 50% el número de jóvenes que precisan de la Atención psicológica que la Comunidad de Madrid pone al servicio de las menores en esta situación. De los 70 casos registrados en el mismo periodo de tiempo de 2016, la dramática cifra ha aumentado hasta alcanzar los 106 casos, según podemos leer en El País.
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Las profesionales entrevistadas por el medio antes citado, detallan que en la mayoría de los casos se trata de violencia psicológica, aunque también existen agresiones físicas y sexuales. Lo más sangrante de esta situación es que algunas de las chicas atendidas por este servicio apenas acaban de cumplir los 12 años. Ello supone un primer acercamiento a las relaciones de pareja con un saldo dramático y del que, por desgracia, arrastrarán secuelas durante el resto de su vida.
Según cuentan las especialistas, las agresiones tienen lugar dentro de su primera relación de pareja y, en muchos casos, los maltratadores son hombres más mayores que ellas y que acaban minando a las jóvenes hasta convertirlas en personas totalmente indefensas ante esta lacra. Al margen de su corta edad (entre los 12 y los 18 años), las menores atendidas no siguen ningún otro patrón, pues pertenecen a diferentes grupos sociales y cada una de ellas procede de una situación familiar muy concreta.
La pregunta que nos hacemos es, ¿qué está ocurriendo para que tenga lugar este repunte entre los más jóvenes? Si la educación es la base para evitar la desigualdad de género, ¿dónde estamos fallando? ¿Qué valores les inculcamos a los más jóvenes?
Aunque estamos seguras de que aún se puede hacer mucho más para frenar esta situación alarmante, en el último paquete de medidas aprobadas en el Pacto contra la violencia machista se incluía la prevención y divulgación mediante programas de educación íntegramente dedicados a los más jóvenes. ¿Tendrán efecto práctico estas medidas para concienciar a las generaciones más jóvenes?
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