1. Comértelas
Si eres una de esas personas que tienen sus uñas como parte de su dieta, ¡detente! Uno de los peores hábitos que pueden existir es morderse las uñas. Hacerlo no solo destruye tus uñas, además transmite bacterias a tu boca que pueden ser nocivas para tu salud. El morderse las uñas disminuye el grosor y estructura dejando pequeñas heridas que pueden alojar diversas infecciones.
La solución: ¡Píntate las uñas!, quizá lo pienses dos veces antes de arruinar un buen esmalte.
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2. Quitar el esmalte con las uñas
Forzar a que el esmalte salga de esta forma es malísimo. Muchas veces para hacerlo usamos nuestras uñas o hasta los dientes para quitar esa pintura que tanto trabajo nos costó poner inicialmente. Al hacer esto no solo retiras el esmalte, también retiras la primera capa de la uña, dejándola débil y descalcificada. Una uña débil y descalcificada tiene más probabilidades de romperse ante cualquier situación. La solución: Lleva contigo pequeñas toallas y quitaesmalte y retíralo como es debido.
3. Cortar las cutículas
Si tienes cutículas que sobresalen y dañan la apariencia de tu manicura, ¡no las cortes! Si tienes la costumbre de cortarlas, esto puede generarte problemas con la piel que queda expuesta entre tu uña y tu dedo. La solución: Utiliza un aceite ablandador y junto con un palito de naranjo empújala hasta donde lo requieras para evitar heridas y daños.
4. Tener una mala alimentación
Una mala alimentación provoca un debilitamiento desde la raíz. Las uñas se alimentan de nuestro flujo sanguíneo y los alimentos proporcionan los nutrientes necesarios para mantener sanas las uñas por dentro y por fuera. Cualquier cosa que nuestro cuerpo reciba se verá reflejado en nuestro cabello, uñas y piel.
La solución: Agrega a tu dieta vegetales y alimentos que contengan calcio, magnesio y keratina.
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5. Geles y Acrílicos
Hacer uso de geles y acrílicos da resultados increíbles, no podemos negarlo. Pero los procesos que se utilizan para su aplicación hacen que las uñas se debiliten y queden frágiles. Esto pasa porque se retiran capas importantes que sirven para el desarrollo natural de la uña. La solución: Aunque sabemos que es difícil, ¡modera su aplicación! , el proceso para quitarlo es también otra serie de acciones que solo lastiman las uñas.
6. No utilizar capas base
Seguro has notado cuando retiras el esmalte de las uñas que siempre queda un pigmento sobre las mismas. Esto es un indicador de que debemos prestar mejor atención a su cuidado y especial atención cuando apliquemos algún producto químico o esmalte. La solución: Aplica una capa base (o base coat) que ayude a proteger la uña de los esmaltes y químicos que estos contienen.
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7. Humedad en las uñas
El exponer nuestras manos constantemente al agua por las tareas domésticas u otras actividades provoca que las uñas se ablanden y sean más propensas a quebrarse.
La solución: Utiliza aceites para devolverles un poco de hidratación.
8. Forzar las uñas
¡Defender algo con uñas y dientes no significa tener que forzarlas! Es normal utilizar las uñas para abrir o forzar objetos, pero esto lógicamente hace que se maltraten y se dañen. Si lo haces con frecuencia la salud de tus uñas tenderá a deteriorarse. La solución: Respira hondo y utiliza tus uñas como el último recurso ante situaciones adversas con objetos complicados.
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9. Abuso de Químicos
Es de suma importancia conocer y saber la cantidad de químicos y sustancias con los que están hechos los productos para decorar nuestras uñas. Muchos de estos pueden contener formol y plomo, lo cual no solo es dañino para las uñas, en realidad para la salud en general. La solución: Pregunta a tu manicurista sobre los materiales que utilizará en tus manos y elige las marcas más confiables.
Ahora que sabes de los errores más comunes en el cuidado de las uñas, no tendrás pretexto para lucir unas manos de campeonato, ¡estamos seguras que con lo que aquí te compartimos tus uñas nunca volverán a ser un problema!
Contenido elaborado en colaboración con el equipo de Stylerz
