Generalmente, asociamos los ojos ahumados a un look intenso y oscuro en el que el negro, el marrón o el violeta son los protagonistas. Sin embargo, esta temporada nos trae su versión más natural y delicada, los smokey eyes nude. Los tonos champán, beige, anaranjados y rosas empolvados toman la alternativa y se atreven con el efecto degradado tan característico de los ojos ahumados, pero manteniendo un estilo de piel desnuda. ¿El resultado? Un maquillaje elegante, sofisticado y mucho más sencillo de realizar que el clásico smokey. Al tratarse de colores mucho más neutros, es más fácil integrarlos con el tono de nuestra piel, y por tanto si no somos expertas en el arte de difuminar, tampoco supondrá un handicap a la hora de reproducir este look en casa.
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