Alba Carillo cambió de estilo de vida de la noche a la mañana. Una portada en la revista Hola la puso en el ojo del huracán y Telecinco supo ver mucho potencial en ella. Primero se convirtió en presentadora por sorpresa, ajena a las críticas y protegida por la cadena. Ahora ya es un personaje más.
Después de que se terminase su paso por Hable con ellas, la joven no se pudo alejar de la luz de los focos y ha sido recolocada como colaboradora de Gran Hermano. Ahora que ya no está protegida bajo el paraguas del resto de presentadores tiene acumuladas una gran cantidad de broncas a sus espaldas.
Ya demostró en Hable con ellas que lo de lidiar con grandes crisis no es su fuerte. Ahora que se ha metido en Gran Hermano tiene que lidiar con otro tipo de personajes más agresivos a los que no sabe hacer frente. Y los problemas se le acumulan.
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El pasado domingo se estrenó como colaboradora en El debate y arrancó su gran crisis en televisión. Se enfrentó nada más y nada menos que a Ylenia. La de Gandía Shore aseguró en el programa que su nueva compañera había dicho que era una "choni" y ella no se calló. "Prefiero ser una choni que la ex de", dijo Ylenia. Carrillo se fue llorando del plató sin mediar palabra y no regresó.
Unas horas más tarde discutía con Lequio en El programa de Ana Rosa. Llegó a decir que ella no iba a ser la próxima Belén Esteban. Otra enemiga más que sumar a su lista de invitados. Tuvo que entrar en directo en Sálvame para aclarar sus palabras y le tocó tener un pequeño roce con Kiko Hernández.
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Pero ahí no se queda su gran guerra. No le sentaron nada bien las palabras de Jordi González durante el debate y ha decidido eliminarlo de Instagram. Parece que la lista de enemigos que se está ganando Alba Carrillo no tiene fin.
