Es inevitable ilusionarse cuando conoces a alguien que te gusta de verdad. Y además no tenemos que renunciar a hacerlo, porque es una de las cosas más bonitas que nos regala el amor. Pero hay que ser conscientes de que el enamoramiento es una especie de realidad alterada, en la que no vemos las cosas como realmente son, sino como queremos interpretarlas, y eso puede dar lugar a que pasemos por alto comportamientos que deberían activar una señal de alarma.
Tu corazón vence a tu cerebro
En opinión de la psicóloga Silvia Llop, el gran problema consiste en que no permites que tu cerebro trabaje racionalmente y te dé las respuestas correctas. Cuando te gusta una persona, tu corazón toma el volante e interpreta cualquier mensaje en clave romántica. Esto quiere decir que, por evidentes que sean las muestras de que no hay un verdadero interés por su parte, tú siempre vas a encontrar una justificación que te permita seguir viviendo en el cuento de hadas en el que te encuentras inmersa.
Si no te escribe, vas a decir que es que no usa mucho el móvil. Si no comparte confidencias ni se muestra involucrado emocionalmente contigo, lo achacarás a que es un chico muy reservado. Y así hasta el infinito y más allá. Por algo se dice que el amor ciega. Lo que tú eres incapaz de ver, resulta evidente para todo el mundo. Pero tus ganas de que esta vez salga bien y tu capacidad para idealizarlo son tan enormes que te resulta imposible aceptar una realidad que no encaje con tus deseos.
Una bofetada de realidad
Precisamente por eso, cuando te ves en una relación que no cumple con tus expectativas, es importante recurrir a la opinión de personas que te aporten un punto de vista externo. Desde ese rol, Silvia Llop quiere dirigirse a todas las mujeres que se encuentran en esa situación para hacerles ver la realidad de lo que sucede. Una realidad que puede doler tanto como una bofetada.
Si alguien tiene verdadero interés, lo demuestra. Te escribe. Hace planes contigo. Se involucra a nivel sentimental. Saca tiempo para verte. Todo lo que no encaje en ese molde supone que hay algo detrás que desconoces, y muy probablemente, por propia elección. Porque no quieres que se rompa tu sueño.
Así que, ya sabes. La próxima vez que te cruces con un chico que tiene problemas de agenda para cuadrar contigo, que más allá de la cama no comparte sentimientos ni deseos ni proyectos, o que te escribe poco y siempre para lo mismo, espabila. Igual tan maravilloso como te imaginas, no es, y el problema es que tú estás entusiasmada de más con alguien que no lo merece.
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