Probablemente, sea complicado imaginar una pareja sin el ímpetu apasionado de los comienzos. Y, sin embargo, cuando las mariposas se van, ¿tenemos que darlo todo por perdido? Cada vez más especialistas hacen hincapié en la importancia de saber diferenciar entre pasión y solidez en una pareja. Aquí entra en juego un concepto que cada vez es más común en los estudios sobre las relaciones de pareja: el amor compañero.
Según el psiquiatra Daniel Z. Lieberman, esta fase sucede inevitablemente a la de la pasión, que solo duraría entre 12 y 36 meses. Para él, este declive es inevitable: “la pasión se acabará desvaneciendo, hagamos lo que hagamos”. No obstante, aclara que no es un final en sí mismo. En estas situaciones, muchas personas tienen dificultades para distinguir el final del amor pasional del final de una relación, y así se privan de una forma de amor más estable y enriquecedora.
Lo que dicen los expertos sobre el amor compañero
Un estudio difundido por el Journal of Happiness Studies destaca un elemento clave: las parejas más felices son aquellas que se consideran verdaderos amigos. Jourdan Travers, terapeuta y autora de este estudio, recomienda tratar a la pareja como se haría con un amigo cercano. “Las experiencias compartidas refuerzan las relaciones de pareja y crean recuerdos hermosos”, explica. En nuestro día, esto se traduce en:
- Comunicar sin juicios
- Compartir actividades en común
- Incluir el humor en la relación
- Apoyarse
Estos pequeños hábitos son, sin duda, las claves de un amor fluido y próspero, según la experta.
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La importancia de mantener una vida social fuera de la pareja
Tal y como explica, Jourdan Travers: "las conexiones externas constituyen un amortiguador contra los efectos negativos como el estrés y el aislamiento que afectan la salud mental y física durante los conflictos conyugales". Por este motivo, salidas con amigos, conversaciones personales fuera del marco conyugal, tiempo para uno mismo… son todo respiraciones que permiten evitar el ahogo.
El amor compañero no excluye la individualidad. Al contrario, se apoya en ella para construir un espacio compartido más sano. Como resume Daniel Lieberman, el amor compañero “es más un fenómeno de logro, de realización y de satisfacción”.