Nuestras rutinas de cuidado facial están llenas de distintos tipos de producto, cada uno con unas funciones diferentes que aportan todo lo que nuestra piel necesita para verse sana y joven durante el máximo tiempo posible. Limpiadores faciales, exfoliantes, peelings, cremas antiarrugas, sérums antiedad... los productos son infinitos y es necesario conocer exactamente cuál de ellos necesita nuestra piel en cada momento para aprovecharnos al máximo de todas las propiedades. Existen componentes especialmente beneficiosos para nuestro cutis que nos permiten agrupar varias acciones en un solo producto, este es el caso del ácido glicólico, uno de los ingredientes utilizados en cosmética más completo y versátil para nuestra piel.
El ácido glicólico es el más conocido dentro del gruop de los ácidos alf hidroaxiácidos (AHA), un grupo de moléculas muy utilizadas en cosmética gracias a sus propiedades exfoliantes. El ácido glicólico es el más potente detro de los AHA, ya que su reducido peso molecular le permite penetrar en todas las capas de la piel, consiguiendo que todas sus propiedades sean más visibles y efectivas. El ácido glicólico tiene un origen natural, se extrae de la caña de azúcar, de frutas como la uva o la piña, o vegetales como la remolacha o la alcachofa.
¿Cuáles son las propiedades del ácido glicólico?
1. Actúa como un peeling: elimina las células muertas de nuestra piel y favorece la regeneración celular para lucir una piel más lisa y con un tono uniforme. Al penetrar con facilidad en las capas profundas de la dermis, promueve la renovación de las células desde el interior, para un resultado más visible y eficaz.
2. Favorece la absorción de otros cosméticos: gracias a la renovación celular que promueve el ácido glicólico, tu piel estará más preparad para absorber los activos antiedad incluídos en tus tratamientos de belleza: colágeno, vitamina C, retinol...
3. Tiene una acción antimanchas: cuando el ácido glicólico se cuela en las capas más profundas de la piel hace que tus células cutáneas se regeneren, también aquellas despigmentadas que forman parte de las manchas de tu rostro. De esta forma, las células jóvenes hacen que las manchas se difuminen y dismuyan.
4. Evita la aparición de los signos de la edad: cuando el ácido glicólico favorece la creación de células jóvenes, estas son capaces de crear más cantidad de colágeno y elastina, dos ingredientes naturales encargados de mantener la juventud y elasticidad de nuestra piel y de evitar el envejecimiento cutáneo.
5. Regula la producción de grasa: el ácido glicólico equilibra la excesiva producción de sebo en la cara, lo que mejora visiblemente el aspecto de pieles con acné o brillos.
¿Cómo aplicar el ácido glicólico?
Lo ideal es elegir productos con una concetración de ácido glicólico de entre el 5 y el 15% como máximo, ya que notarás los resultados en tu piel, pero no sufrirás de rojeces o sequedad. Las concentraciones de ácido glicólico por encima del 20% solo pueden ser recomendadas por un dermatólogo y pueden causar problemas en la piel, como irritación. Las concetraciones por debajo del 5% tendrán efectos exfoliantes, pero sus beneficios serán visibles a medio-largo plazo.
El ácido glicólico es fotosensible, es decir, hace que la exposición al sol sea aún más peligrosa para tu piel. Por esta razón, recomendamos aplicar tus productos con ácido glicólico preferiblemente por la noche. Si lo haces por el día, siempre (siempre) aplica protección solar para evitar quemaduras y fotoenvejecimiento.
Nuestra selección de productos con ácido glicólico
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