Cuello alto, cuello vuelto, cuello cisne... Lo puedes llamar como quieras, pero lo que está claro es que, si no cuentas ya con uno en tu armario, le puedes ir haciendo hueco. Prenda camaleónica y polivalente como pocas otras, este tipo de jersey es tendencia y no solo te protegerá del frío, sino que te sacará de más de un apuro fashion en momentos de crisis existencial, cuando no sepas qué ponerte. A continuación, te damos unas cuantas razones, que seguro que te convencerán, de que es una de las mejores adquisiciones que podrás hacer este invierno.
Si prácticamente nunca has usado un jersey de cuello vuelto (salvo cuando eras pequeña y tu madre se empeñaba en ponértelo bajo el típico pichi), no te preocupes, el manual de uso de esta prenda es más sencillo de lo que puede parecer. Para empezar, puedes decantarte por un básico, de líneas simples, liso y de un color neutro o gris, que son, además, los que mejor aguantan el paso del tiempo y constituyen un fondo de armario estupendo. Enseguida verás lo mucho que estiliza la figura y alarga el cuello. ¡Es todo un must have!
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Versátil para cualquier look
Una de las características más notables de este tipo de jerseys es su versatilidad. Dependiendo de cómo lo combines, puede darle al look un toque más masculino y clásico (como con un traje de chaqueta y pantalón; ideal para la oficina) o más femenino (como con una falda y unas botas). El jersey de cuello vuelto se convertirá en lo que tú quieras que sea, completando cualquier outfit y asumiendo el protagonismo solo cuando sea necesario.
Pero, ¿cómo llevarlo y cómo combinarlo? Todo va en función de lo que pretendas con tu look y de la ocasión; así podemos ver desde jerseys de cuello vuelto, gruesos y de líneas oversize con pantalón vaquero y botas, al más puro estilo comfy, hasta jerseys de punto fino bajo un vestido lencero, a modo de pichi. El primero va genial para un look de diario y el segundo, algo más atrevido, podría resultar espectacular para un evento de noche.
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Lo más importante siempre es recordar que menos es más. Lo bueno que tienen estos jerseys es que necesitan muy poco para hacer que un look brille por sí solo, sin resultar sobrecargado. Un básico en tono neutro se puede combinar a la perfección con un abrigo de líneas clásicas, como también con otro más original y carismático. Un jersey de un color más vivo o con detalles de pedrería o lentejuelas es perfecto para introducir una nota extravagante e inesperada en un look, pero sin caer en la vulgaridad y, uno con cuello XXL casa muy bien con una camiseta de punto y manga larga para darle un toque de color y contraste al look con capas superpuestas.
Para aquellas que se agobien con el cuello alto o no les guste vérselo, existe la alternativa del denominado cuello Perkins. Las bondades que ofrece esta clase de cuello, a medio camino entre el cuello a la caja y el cisne, es que da mayor sensación de libertad al movernos y que estiliza por igual.
En resumen, tienes muchísimas opciones para combinarlo con acierto y conseguir un outfit sofisticado sin mucho esfuerzo. Encontrarás jerseys de cuello vuelto en diferentes grosores, anchos y colores; la tendencia, sin duda, es llevar uno de punto grueso, en color neutro y de líneas oversize. Sin embargo, también puedes decantarte por los tops de algodón stretch, que se ciñen al cuerpo y son perfectos para ir bajo jerseys, americanas, chalecos... Hay para todos los gustos, ¿a qué esperas para hacerte con el tuyo?
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