Poder disfrutar de un jardín bonito y bien cuidado, es todo un lujo, especialmente cuando llega el buen tiempo. Sin embargo, eso muchas veces se convierte en un reto con la aparición de las malas hierbas que crecen donde menos se desea y acaban afectando al aspecto de nuestra zona exterior.
Si bien es cierto que hay muchos productos comerciales para acabar con ellas, hay un truco fácil de la abuela que puedes preparar tú misma en casa. Bastará con tener tres ingredientes básicos que seguramente ya tienes en tu cocina: vinagre blanco, sal y detergente lavavajillas. ¡Te contamos cómo prepararlo!
Adiós a las malas hierbas con este remedio natural
Las malas hierbas suelen crecer entre cualquier losa del patio, en la grava o incluso en los rincones que menos esperas del jardín. La primera opción que se nos ocurre para acabar con ellas es sacarlas a mano, pero puede ser muy laborioso. Por eso, hoy te traemos una solución casera que puede ahorrarte más tiempo del que crees. El ingrediente clave es el vinagre blanco, conocido por su acción desinfectante.
De hecho, en jardinería, el vinagre blanco actúa como remedio natural contra las malas hierbas. ¿El motivo? Ayuda a secar sus hojas y tallos, haciendo que la planta se vuelva más débil cada vez, hasta morirse. Pero este truco es aún más efectivo cuando se combina con sal y jabón lavavajillas. ¡Mira cómo preparar la mezcla!
Cómo preparar el remedio natural paso a paso
A continuación, te dejamos esta guía paso a paso para poder preparar tu propio herbicida casero. ¡No te lo pierdas!
1. En una botella con pulverizador, mezcla 1 litro de agua con 20 a 30 ml de vinagre blanco.
2. A continuación, añade una cucharada de sal de mesa (no hace falta que sea sal gruesa).
3. Después, incluye unas gotas de jabón lavavajillas y una vez lo hagas, agita bien toda la mezcla antes de usarla.
4. Rocía el contenido de la mezcla sobre las malas hierbas, mejor si es en un día soleado para acelerar el efecto deshidratante. A los pocos minutos, notarás cómo las plantas comienzan a marchitarse.
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¿Por qué es efectivo este herbicida casero?
El vinagre blanco acaba con la humedad de las malas hierbas, facilitando su deshidratación. La sal, por su lado, entra en el suelo y en las raíces, lo que dificulta que las plantas vuelvan a crecer. Y el jabón ayuda a que la mezcla se adhiera mejor a las hojas. Pero, ¡ojo! Es importante utilizar con cuidado esta fórmula. Si se aplica en exceso o sobre plantas ornamentales, puede acabar dañándolas.
