Aunque no seamos conscientes en la mayoría de casos, nuestro organismo está expuesto a metales pesados a través de diferentes vías. Ya sea por medio del agua potable, la contaminación del aire, o los alimentos, estos metales -entre los que podemos citar algunos como el cadmio, el plomo, el arsénico o el mercurio- penetran en los tejidos y generan una serie de perjuicios a medida que se van acumulando en ellos.
Ahora, un estudio ha determinado que su presencia puede favorecer la aparición de problemas de salud a medida que la mujer va avanzando en edad. Según se acercan a la menopausia, las mujeres pueden experimentar un envejecimiento prematuro de los ovarios por efecto de estos metales, haciendo que aumenten los sofocos, el debilitamiento óseo y la osteoporósis. El estudio también afirma que podrían registrar un incremento en las posibilidades de sufrir detrioro cognitivo o enfermedades cardíacas.
Los preocupantes resultados de este estudio
El estudio ha aparecido en el último número de la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, y es Sung Kyun Park, un profesor de la Universidad de Michigan vinculado a este estudio como investigador, quien ha realizado estas aseveraciones tras analizar los resultados obtenidos en el mismo.
En él se comprobó que aquellas mujeres que presentaban en su orina unos mayores niveles de metales pesados tenían menor cantidad de una hormona reproductiva llamada AMH, que está directamente correlacionada al número de óvulos que una mujer tiene en sus ovarios."La AMH nos dice más o menos cuántos óvulos quedan en los ovarios de una mujer, es como un reloj biológico para los ovarios que puede insinuar riesgos de salud en la mediana edad y más adelante en la vida" ha declarado el profesor Park.
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Confirmación de investigaciones previas
La influencia de los metales pesados en la fertilidad no es, sin embargo, un asunto nuevo. Ya se habían realizado investigaciones anteriores que parecían apuntar en este sentido, y la recientemente publicada no hace sino confirmar lo que ya anteriormente se suponía en relación a este tema.
Los metales pesados son sustancias químicas con la capacidad de afectar al sistema endocrino y la capacidad reproductiva, tal y como afirma también el profesor Park en sus declaraciones a esta revista "Los metales, incluidos el arsénico y el cadmio, poseen características de alteración endocrina y podrían ser potencialmente tóxicos para los ovarios. Necesitamos estudiar también a la población más joven, para comprender completamente el papel de las sustancias químicas en la disminución de la reserva ovárica y la infertilidad".
