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Los deberes, bien hechos

por Elena Bonet ,
Los deberes, bien hechos

Una buena disposición Hay que encontrar el punto medio entre “echar un vistazo” a los deberes de tu hijo y hacerle los deberes a tu hijo. Se trata sobre todo de orientar y echar una mano sin olvidar que los deberes de casa son la práctica y la memorización de los conceptos vistos en clase.

La costumbre
A poder ser, elige siempre la misma hora para empezar a trabajar. Deja que el pequeño descanse un poco tras las clases (al fin y al cabo pasa el todo el día en el colegio), pero mantente firme: la regularidad es una de las claves del éxito.

Las herramientas
Las herramientas adecuadas ayudan a trabajar bien. Ayúdale a preparar encima de la mesa todo tipo de material que pueda necesitar: el diccionario, una regla, el estuche, la calculadora, los subrayadores, la goma, etc.

Unas buenas condiciones
¡Nada de ruido! Apaga la tele (lástima por los hermanos, pero la hora de los deberes es sagrada para todo el mundo).
Sacad los libros de texto y todo lo necesario para trabajar.
Ayúdalo a que se organice:
-El orden de las materias no tiene importancia. Empezad por la que él quiera.
-Ten paciencia y escucha. No te alteres y destaca los errores al mismo tiempo que le ayudas a ver dónde reside la dificultad.
-No adquieras el papel de profesor, no tienes las habilidades necesarias. Mejor ayúdalo a aclarar algún tema, explicarle un concepto, aprenderse la lección, pero sin dar clase porque podrías confundirlo. Él está acostumbrado a los métodos que emplea su maestro.

Con un ratito hay suficiente
Si el niño va a primaria, pregúntale al tutor cuánto tiempo deberíais dedicar a los deberes y respétalo más o menos. No insistas en que el pequeño aprenda nociones que aún no ha dado. Es mejor hablar con el profesor y pedirle que ayude al niño en algo que no que se quede sin comprender del todo un concepto. No hay nada más lastimero que las tardes de deberes que se eternizan y se convierten en un drama.
Si no los acaba no pasa nada: con una pequeña nota en la agenda el profesor lo comprenderá todo.

Todo en orden
Cuando hayáis terminado los deberes, ordenad y preparad la mochila; es un buen modo de acabar el día: clarificando ideas y ordenando pensamientos. Ésta es también una de las claves para que el niño pueda pasar una tarde tranquila... y prepararse para el día siguiente.

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