¿Cuántas veces te han pedido algo de tal manera que si te niegas te sientes mal, pero si aceptas tampoco te sientes bien contigo misma? Seguro que muchas veces has notado ese tono sutil, esa forma ambigua, bien de realizar la pregunta, bien de entonarla que te ha dejado pensantiva, incluso desarmada a la hora de contestar. No es más que una de tantas manipulaciones a las que nos someten los chantajistas emocionales. ¿Recuerdas algunos de estos perfiles en la gran pantalla?
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¿Cómo reconocer a un chantajista emocional?
Los hay profesionales, personas que utilizan esta técnica para conseguir sus propósitos de la manera más elegante. Por otro lado, están quienes utilizan estas maniobras para temas muy concretos y en muy momentos uy determinados, se denomina ocasionales. En el fondo, todos estamos algo familiarizados con el lenguaje del chantaje emocional, según la experta en coaching Verónica Rodríguez Orellana. Nuestra experta asegura que esta técnica se emplea para que los demás se sometan a nuestra voluntad y resulta habitual, por ejemplo, en el seno de la familia. Hay situaciones incluso en las que lo utilizamos sin danos cuenta.
Es una manera de hacer que el otro nos obedezca recurriendo al cambio “si haces lo que te digo, te permito” , o la amenaza, en un contexto familiar con adolescentes: “si no cumples con lo que te corresponde, no te daré más dinero para tus salidas”. Sin darnos cuenta, construimos relaciones basadas en la manipulación.Cuando nos chantajean emocionalmente, nos sentimos atrapadas porque, por un lado, si cedemos nos sentimos molestas con la persona que nos está manipulando y con nosotras mismos y ese resentimiento se va acumulando. Por el otro, si no cedemos nos sentimos culpables porque la otra persona se presenta como la víctima y como consecuencia somos amenazadas o agredidas verbalmente.
Los chantajistas, también llamados titiriteros emocionales, son personas que disponen de distintas estrategias manipuladoras y saben qué hilos estirar para llevarte a su terreno, aún a costa de tu propio interés. Te hacen sentir, casi sin darte cuenta, como si tu fueras un hada madrina que debe de cumplir todos los deseos o como si fueras un títere del que disponen cuando tienen ganas, solo porque les apetece jugar con él.
De manera consciente o inconsciente, el chantajista emocional detecta en los otros ciertos patrones de conducta y debilidades. Es muy hábil para descubrir cuáles son esos botones que tiene que apretar para que la otra persona funcione de la manera que él quiere, ya sea inyectando culpa, o con enojo, con miedo, con ansiedad, con tristeza, para poder obtener aquello que desea.
Tipos de chantajistas emocionales
Hay al menos 4 tipos de chantajistas emocionales con los que nos podemos topar:
Los que nos hechizan: Es posible que alguna vez hayas conocido a una persona de estas características. En principio, suelen ser hombres o mujeres muy solícitos, muy amables y detallistas. Atienden cada demanda y saben ser sumamente encantadores. Pero debemos tener cuidado porque todo tiene un precio: cada favor y cada detalle deberá ser recompensado y nos lo echarán en cara. “No puedes negarte ahora sabiendo muy bien todo lo que yo he sacrificado por ti”.
Mártires de la relación: Sin lugar a dudas, el victimismo es una de las formas de chantaje emocional más común. Nos utilizarán como objetivo y causa de todas sus desgracias, manipulan las emociones negativas del modo más dañino posible. “Si yo estoy mal ahora es por todo lo que me haces, por tu comportamiento, por tus ganas de dejarme siempre solo/a”. “Tienes una habilidad especial para hacerme sentir mal , no sé cómo lo haces”. Son pequeños ejemplos de esta manipulación que en realidad, es un claro maltrato psicológico.
Castigadores silenciosos: Son muy sutiles y ejercen un arte del chantaje emocional de un modo altamente destructivo. En este caso, nos arrastran en una inestabilidad donde cuesta reaccionar, ya que habrá momentos en que nos ensalcen y momentos en que nos humillen. Esto se traduce en que habrá momentos en que nos abandonen y momentos en donde estén omnipresentes en nuestras vidas. Unas veces nos contarán lo geniales que somos y otras veces nos harán creer que no valemos nada.
Autocastigadores: Es el clásico perfil del manipulador o manipuladora emocional. Estamos seguros de que te suenan. Personas que a menudo nos sorprenden con expresiones como las siguientes: “Está claro que ya no me quieres, por eso pasas de mí y te vas con tus amigas/os”. “Está claro que quieres acabar conmigo y con esta relación. Por eso te has ido a esa cena con tus compañeros de trabajo”. "Estuviste conectado al wathsapp más de una hora sin ni siquiera prestarme atención" .Es muy posible que tras oír estas palabras intentemos convencerles de que no es así, y de que su visión es completamente errónea pero si terminas cediendo y dejando de atender tus asuntos, ya estás en sus manos.
¿Cómo plantarles cara?
El chantaje emocional es el principal arma para tener el poder sobre ti y, por lo tanto, potenciar este tipo de conducta tóxica, te quitará la energía. Así pues, toma nota de los siguientes consejos:
- Rodéate de personas positivas que confíen en ti y te apoyen.
- Deja el papel de víctima y protagoniza tu vida.
- Para dar hay que tener. Si tú estás bien, podrás ayudar a los demás a estar bien, pero si no lo estás, poco podrás hacer por los demás.
- Aprende a diferenciar una petición de una exigencia.
- Rompe el circulo vicioso.
- Gestiona tu inteligencia emocional mediante terapias, sesiones de coach individuales o en grupo. Te ayudarán a detectar situaciones de manipulación y a neutralizar a los chantajistas.
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Artículo realizado en colaboración con la terapeuta Gestalt Verónica Rodríguez Orellana, Directora de Coaching Club.
