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15 curiosidades de los Sanfermines

por El equipo editorial ,
15 curiosidades de los Sanfermines© sanfermin.com

Son unas de las fiestas nacionales que ha traspasado fronteras y millones de turistas visitan cada año. Pero seguro que hay muchas curiosidades de estas fiestas que todavía no sabes... ¡Aquí tienes algunas que seguro que te sorprenden!

Ha llegado el momento. Pamplona comienza a teñirse de rojo y blanco y a vivir uno de los momentos más esperados del año: Los Sanfermines. Esta fiesta de origen medieval ha traspasado fronteras y hoy es conocida en el mundo entero. Gran parte de este hecho se debe a Ernest Hemingway, que llegó a Pamplona un 6 de julio de 1923 y... quedó sencillamente fascinado con lo que allí vio. ¡Te contamos esta y otras curiosidades de unas de las fiestas de nuestro país más internacionales!

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1. Hemingway, fan nº1 de los sanfermines

Hemingway no fue un simple espectador de la fiesta; disfrutó de sus tradiciones, conoció a toreros y frecuentó algunos de los lugares más clásicos de la capital pamplonica, como el bar Txoko, el Hotel La Perla y el café Iruña.

Tan impactado quedó debido a estas fiestas que eligió Pamplona como el escenario de su primera novela de éxito, The Sun Also Rises. El escritor viviría los Sanfermines nada menos que en otras 8 ocasiones, la última en 1959.

Su huella es tal que se le hizo un monumento, obra de Luis Sanguino, en el paseo que lleva su nombre junto a la Plaza de Toros. La dedicatoria reza así: "A Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatura, amigo de este pueblo y admirador de sus fiestas, que supo descubrir y propagar. La Ciudad de Pamplona, San Fermín, 1968".

2. Famosos en Sanfermines

Si bien Hemingway fue una de las figuras más importantes que pasaron por los Sanfermines, no podemos olvidarnos de otros rostros conocidos que también quisieron ver de cerca la celebración. Hablamos, por ejemplo, del director de cine Orson Welles (en la imagen) y actores de cine como Ava Gardner, Errol Flynn, Deborah Kerr, Charlton Heston y Tyrone Power, entre otros.

Más recientemente se ha visto a otros personajes, como Margeaux Hemingway (nieta del escritor), Alfredo Bryce Echenique, el Nobel de Literatura antillano Derek Walcott o el director de cine Spike Lee. Hasta Bill Clinton pasó por allí. Si quieres saber los detalles de las visitas de estos personajes a Pamplona, te recomendamos el libro The drifters,de James Michener.

3. El santo Fermín

San Fermín no es el patrón de Pamplona, como algunos piensan, sino de Navarra, junto con San Francisco Javier. Si bien el origen de los sanfermines se pierde en la historia, la tradición hace referencia a un joven llamado Fermín, hijo del senador Firmus, que gobernó Pamplona en el siglo III. Según parece, se convirtió al cristianismo y fue bautizado por San Saturnino en el lugar que hoy se conoce como Pocico de San Cernin.

Tiempo después, Fermín fue ordenado sacerdote y llegó a ser obispo de Pamplona. Sin embargo, en su periplo a Amiens, donde fue a practicar el Evangelio, encontró la muerte: le decapitaron el 25 de septiembre del año 303.

A San Fermín se le nombró patrón de las cofradías de boteros, vinateros y panaderos. De ahí que se tomara su nombre como excusa para estar de fiesta las 204 horas que duran los festejos.

Las primeras celebraciones de Sanfermines (las que datan de la Edad Media), sin embargo, duraban sólo dos días. Los festejos eran básicamente
 religiosos y comenzaban el 10 de octubre, fecha que conmemora la entrada del obispo en su sede de Amiens.

El 10 de octubre de 1590 llovió tanto que el obispo de la ciudad accedió al traslado de la fiesta al 7 de julio. El inicio de los festejos tiene lugar el día 6 a las doce en punto, y el final, el 14 a medianoche.

4. El pañuelico rojo

No hay quien vaya a Sanfermines sin su pañuelo rojo. Algunos piensan que esta costumbre tiene un significado religioso y que simboliza la sangre de San Martín cuando fue decapitado. Otros, sin embargo, hablan de que el pañuelo rojo sirve para incitar al toro en los encierros. Hay quién señala la coincidencia con la bandera de Navarra...

Algunos historiadores dicen que su origen puede estar en la pañoleta femenina que utilizaban en siglos pasados para cubrirse el pecho y que los primeros hombres que los utilizaron fueron músicos.

A pesar de la tradición, algunas peñas se distinguen por el color del pañuelo. El de la peña La Única es verde y la de las peñas La jarana y el Txako son azules. Los pañuelos a veces llevan bordada la figura de San Fermín en una esquina, el escudo de la peña, sociedad o colectivo al que pertenecen o el escudo de Navarra o el de Pamplona.

Sea como sea, según parece la costumbre de vestir de blanco y rojo proviene de los años 30. En aquella época hubo una peña sanferminera, que hoy ya no existe, La Veleta, que lo puso de moda.

5. El baile de la alpargata

No hay demasiado misterio en esta tradición, ya que procede de un tiempo atrás, cuando los aficionados a sanfermines iban al baile tras el encierro de la mañana llevando el calzado tradicional de Pamplona: las alpargatas.

Se baila a las 9 de la mañana todos los días que duran los festejos.

Aunque el traje tradicional de San Fermín se complementa con este calzado, se recomienda llevar uno más recio, para evitar posibles pisotones, cristales... Quien sabe si dentro de unos años no se llama el baile de las zapatillas...

6. El salto de la Fuente de la Navarrería

Una tradición cuyo origen se desconoce, pero que es más producto del alcohol que de otra cosa. Consiste en saltar desde lo alto de la fuente de Santa Cecilia (conocida popularmente como Fuente de Navarrería) hacia la gente de abajo. Evidentemente, no es una actividad que siempre acabe bien... De hecho, el Ayuntamiento tuvo que poner medidas para evitar más descalabros.

7. Antideslizante para la calle Estafeta

Es uno de los puntos más conocidos de los encierros. El lugar donde convergen la curva de Mercaderes y la calle Estafeta, es uno de los más peligrosos, ya que los toros se tropiezan, se caen y se dispersan. Hay que tener en cuenta que los toros son mucho más agresivos cuando se encuentran solos que cuando van juntos y hermanados.

Se está intentando solventar esta cuestión poniendo un antideslizante para evitar en lo posible las caídas. Aún así, se recomienda mucha prudencia en estos puntos.

8. Los encierros

Aunque los encierros tengan una finalidad festiva, en la tradición suponen algo más: un rito iniciático masculino y una forma callejera de lidia u ordalía (prueba de carácter mágico o religioso para demostrar la culpabilidad o inocencia de alguien).

El origen de los encierros se remonta al siglo XIV, cuando los toros eran trasladados desde el campo hasta el centro de la ciudad para ser lidiados. Entraban precedidos por el abanderado a caballo, y no se corría delante, sino detrás y a los lados, hostigando a los animales. El vallado llegaría en 1776 y sería realizado con madera de abeto.

Fue a mediados del S. XIX cuando ya se estableció un trazado del recorrido y la forma de seguirlo. La oposición fue grande, pero no sirvió de mucho...

A día de hoy, los encierros recorren unos 900 metros hasta la Plaza de Toros en menos de 3 minutos.

A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición.

Te sonará esta copla. Es la que cantan los mozos 5, 3 y 1 minuto antes de las ocho de la mañana (hora del encierro) frente a la imagen de San Fermín, rodeada de velas y de 16 pañuelos de fiestas, uno por cada una de las 15 peñas pamplonesas y otro más que pertenece a la peña “El Charco”, de la localidad cercana de Ansoáin.

9. Los churros de La Mañueta

Una churrería que ha pasado, desde 1872, de generación en generación y que abre únicamente durante los Sanfermines. La Mañueta es ya un punto de visita obligada (casi turística) de Pamplona. Eso sí, ármate de paciencia porque las colas son largas.

10. El Riau-Riau

El Riau-Riau es un acto de carácter popular en el que los mozos, al son del Vals de Astráin, tratan de dificultar la marcha de la Corporación hacia la iglesia de San Lorenzo para asistir a las vísperas religiosas en honor al Santo, en la tarde del 6 de julio.

Es una tradición que se ha cancelado, al menos en parte, después de que se produjeran algunos incidentes violentos. Se dejó de celebrar en 1991. Este año hay un Riau-Riau no oficial organizado por una de las peñas pamplonicas.

Consulta aquí programa de Sanfermines 2017.

11. Gigantes y Cabezudos

Nuevamente una tradición de origen incierto y con variadas interpretaciones. Los actuales gigantes representan a reyes y reinas europeos, asiáticos, americanos y africanos. Por su parte, algunos piensan que los cabezudos simbolizan a los más débiles ante Dios. Otros dicen que son seres infernales...

En cualquier caso, se sabe que el Ayuntamiento encargó las cuatro parejas actuales en 1850 al artesano Tadeo Amorena. Sobre el bailador, las colosales figuras pueden alcanzar los 4.20 metros. Sin embargo, y a pesar de su altura, los gigantes pesan menos que muchas personas: entre 59 y 64 kilos. 




Hay ocho gigantes, dos por raza o color, y representan América, África, Europa y Asia. Parece que su creador se olvidó de Oceanía.

12. Peñas en Sanfermines

El tiempo ha procurado una enorme apertura en las peñas de los sanfermines, que en su origen estaban formadas únicamente por hombres. No en vano, Hemingway decía que estas fiestas eran "el último refugio del macho". Hoy en día, las mujeres también integran estas peñas. También es curioso ver peñas de extranjeros, como la Peña taurina de Nueva York o la Peña Sueca.

Como dijimos anteriormente, algunas peñas llevan el pañuelo de otro color para diferenciarse del resto.

13. El chupinazo

Las fiestas de San Fermín dan comienzo a las 12:00 del día 6 de Julio. Para oficializarlo, se lanza el chupinazo, un cohete que mide 1,20 metros y que tiene un sonido de 133 decibelios (el mismo que puede tener el despegue de un avión a reacción o unas obras).

El lugar de lanzamiento: la Plaza Consistorial, donde se reúnen 12.500 almas (5 por metro cuadrado). Tras su visita a este lugar, se recogen nada menos 30.000 kg de vidrio.

El Chupinazo tiene tiene poco más de medio siglo de vida. A principios de Siglo XX se empezó a tirar cohetes de forma espontánea, pero no fue hasta 1941 cuando se propuso que el Chupinazo se tirara oficialmente desde el balcón del consistorio. Un año más tarde el propio alcalde prendía la mecha y desde entonces se hace así.

14. La subida de precios

Si en cualquier evento que se precie los precios suben por las nubes, éste no iba a ser menos. Más del 80% del turismo que llega a Pamplona a lo largo del año lo hace en San Fermín. Las habitaciones de los hoteles pueden llegar a los 300 euros y alquilar un balcón para los encierros puede costar la friolera de 6 euros por segundo. ¿Estás lista para aflojar el bolsillo?

15. Pobre de mí...

El famoso "Pobre de mí", con el que se cierran los actos oficales de la fiesta, sigue con otra bonita tradición y es la de poner velas en la Plaza Consistorial. El alcalde, desde el balcón, saluda a los congregados y les convoca para el año siguiente. Cuando se empezó a hacer esto en la Iglesia de San Lorenzo, se consideraba una gamberrada. De hecho, el párroco de la Iglesia se quejaba de ello por las manchas que dejaba la cera. Hoy en día es el colofón perfecto para una de las mayores fiestas de nuestro país. ¿Te la vas a perder?

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