La ceremonia fue todo un canto a la ciencia y al descubrimiento, donde tuvo especial protagonismo Stephen Hawking, uno de los científicos más famosos del mundo. Isaac Newton, Shakespeare, el Big Bang, Albert Einstein o la partícula de Higgs, recién descubierta, fueron algunos de los temas que se pudieron ver durante la ceremonia.
La lluvia amenazaba con estropear el gran momento de nuestra abanderada, María Teresa Perales, ganadora de 16 medallas paralímpicas y en cuyas manos está superar el récord histórico de Michael Phelps y convertirse en la deportista con más medallas en unos Juegos Olímpicos.
Como no podía ser de otra manera, y antes del desfile de los países, fue Su Majestad la Reina Isabel de Inglaterra la que por primera vez inauguró unos Juegos Paralímpicos, y también llegó el turno del himno nacional, cantado por un coro de 430 personas.
España desfiló en el puesto 140, tras Sudáfrica, abanderada por el atleta Oscar Pistorius, y liderada por María Teresa Perales. La nadadora aragonesa, que tuvo que adaptar su silla para poder portar la enseña nacional, respiraría tranquila tras ver que la lluvia no estropeó su momento de gloria. Desde el palco la observaba la Infanta Doña Elena, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert y el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal.
Tras los discursos de rigor, el escenario se transformaba en el texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y seis atletas paralímpicos británicos, volaron, literalmente, hacia una esfera. Precisamente por el aire llegó la llama olímpica. Margaret Maughan, la primera ganadora de una medalla de oro para el Reino Unido en unos Juegos Paralímpicos, fue la encargada de encender el peletero, el mismo que se utilizó en los pasados Juegos.
enfemenino/EP
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