La vida de Eva Bruhn gira en torno al restaurante familiar que regentan sus padres, conocido como La casa alemana. En él, Eva y sus padres comparten las anécdotas del día a día, como su trabajo como intérprete en una agencia o la relación que mantiene con Jürgen, con el que todos esperan que se case muy pronto, pero la sencilla vida de la protagonista cambia para siempre cuando en 1963, el destino la conduce hasta el primer juicio de Auschwitz, en el que colaborará como intérprete desgranando los desgarradores testimonios de las víctimas. Descubrir el sufrimiento y horror que se vivió en los campos de concentración nazis cambiará para siempre su forma de ver la vida, que poco a poco irá descubriendo como su entorno, sus amigos, incluso su propia familia, tienen muchas cosas que esconder. Un relato que enfrenta a una mujer fuerte y valiente con los fantasmas del pasado de su país. ¿Será fiel así misma y descubrirá la verdad o pasará a quedarse en un segundo plano, reconvertida en una madre de familia y esposa ejemplar, como pretende su novio?
Una historia contada como nunca antes
‘’El pasado siempre ha despertado en mí una gran curiosidad, quizá porque gracias a él podemos responder a preguntas fundamentales sobre nosotros: quiénes somos, que marca nuestro carácter, cuáles son nuestras raíces y nuestros traumas…’’ Así explicaba Anette Hess, la autora del libro, sus ganas de contar una de las historias más conocidas del mundo, desde un punto de vista totalmente distinto, el del amor y la familia.
Testimonios reales y una gran fuente de inspiración, su madre y abuelos. ¿Qué podía salir mal? Esta guionista, que llevaba años acumulando escritos que según ella, ‘’jamás verán la luz’’, ha cumplido por fin uno de sus mayores sueños, el de escribir una novela cargada de emoción, cariño y sobre todo, verdad. Una original visión de la Alemania de los años 60 contada desde los ojos de la nieta de un policía nazi, un hombre que, a pesar de su pasado, nunca quiso hablar del tema con sus nietas y una historia que, como bien sabe Hess, todavía causa dolor en su familia. ‘’No se hablaba sobre ello, se decía que eso fue algo ocurrido durante la guerra, cosas horrorosas que formaban parte del pasado y lo que había que hacer era mirar hacia el futuro’’, decía la autora que, desde la valentía y el esfuerzo, fue capaz de investigar sin descanso un tema tabú para sus seres queridos.
¿Qué vamos a sentir leyendo La casa alemana?
‘’A mí lo que siempre me resulta fascinante de un libro es que te lleve de viaje, que te acompañe y después de ese viaje vuelvas cambiada, renovada’’. Y tiene razón Anette, pues esta novela te llevará de vuelta a aquella época, te hará replantearte la historia como la conocías hasta hoy y despertará en ti ese sentimiento de querer saber más, de buscar respuestas, de querer vivir con la protagonista cada detalle de aquel primer juicio de Auschwitz que marcó un antes y un después en la historia de Alemania.
Una nueva visión del pasado para poder hacer frente al futuro, al olvido y a la penumbra en la que ha entrado nuestra sociedad en los últimos años. Partidos políticos de extrema derecha, machismo, intolerancia… Un paso atrás que vuelve a confirmarnos aquella famosa frase del poeta español Agustín Nicolás Ruiz: ‘’Quien olvida su historia está condenado a repetirla’’.
La protagonista, una feminista en el siglo XX
Si la autora de La casa alemana ha sido capaz de mirar cara a cara a los fantasmas del pasado de su familia y enfrentarse a todos los secretos que escondía su país, la protagonista de la novela, Eva Bruhns, inspirada en su propia madre, no es más que una prolongación de sus sentimientos y miedos más ocultos. El miedo a que olvidemos lo que pasó y a que las nuevas generaciones no sean conscientes de la importancia de conocer la historia; dicho con sus propias palabras: ‘’Se está olvidando el pasado y tenemos que empeñarnos en mantenerlo vivo, no podemos darlo por cerrado jamás, hay que seguir manteniendo viva esa llama’’. Una llama que vuelve a encenderse gracias a Anette y que ya recorre 20 países en forma de novela.
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