No, si está claro que lo que no pase en Supervivientes… ¡La que se ha liado con la llegada de la princesa inca! Por un lado, los concursantes, que flipaban al encontrarse con una resplandeciente Miriam Saavedra, más maja que nunca y con unas ganas locas de pasarlo en grande. Por otro lado, sus grandes enemigos, su ex Carlos Lozano y la ex mujer de éste, Mónica Hoyos. ¡Ay, el pobre Carlos Lozano, qué mal lo pasó!
La estampa fue curiosa, después de comernos un berrinche del presentador que ni los de Fresita en Gran Hermano, al hombre no le dejaron ni recuperarse del parraque y ya tenía a la ex metida en la isla. ¡Ni un minuto pasó!
Carlos lloraba, suplicaba que le expulsaran, que no podía más, que la organización se había cargado su concurso, que no tenía fuerzas ni energías para continuar… Lágrimas, caras mohínas, gestos de desesperación, ¡el pack completo del hombre deprimido! A todo esto, el presentador, Carlos Sobera, intentaba por todos los medios animar a su tocayo, que si era un gran supervivientes, que si en España todos le adorábamos, que si estábamos deseando que se salvara el jueves, vamos, que solo le faltó prometerle que si dejaba de llorar le invitaba a una sesioncita de ingerto de pelo en Turquía, ¡con to pagao!
Y Lozano, a regañadientes y con una cara de te miro y te fulmino que atravesaba hasta nuestras pantallas, bebió un poquito de agua, se lavó la carita y recobró fuerzas sin saber que, la que se le avecinaba era mil veces peor que los días que había pasado en el Palafito o las movidas que había tenido con Violeta y Dakota. Disfrazada de unicornio y con unos contoneos que no entendímos muy bien, Miriam Saavedra aterrizó en los Cayos Cochinos para poner patas arriba el pasado, presente y futuro de Carlos Lozano.
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‘’Enchochado’’ de Miriam, ¡por los siglos de los siglos!
No os ha pasado, que tenéis casi, casi superado a vuestro/a ex y ¿justo os lo encontráis en el peor momento de vuestra vida? Más pedo que Alfredo en una discoteque, sacando al perro con el moñete en la cabeza y la camiseta de publicidad ‘’Repuestos Martínez’’ con manchurrones de café, o arrasando en la sección de chocolates del supermercado. Es ley de vida, no podemos luchar contra ella, te encontrarás con quien menos quieras ver, en el momento más inoportuno y cuando tus defensas estén por los suelos. ¡Ni los muñecajos de los anuncios de Actimel podrían salvarte de semejante calvario!
Y si ya es una faena reencontrarte con tu ex cuando le tienes más que olvidado, hacerlo cuando sigues enamorado/a hasta las trancas es en toda regla, ¡un castigo divino!
Precisamente eso es lo que tuvo que vivir Carlos Lozano gracias al tremendo humor de la organización del reality. Se le notaba nervioso, irritado, ¡habría sido capaz de saltar desde el Titanic si lo hubiese tenido cerca! Pero, por desgracia para el presentador, no tenía escapatoria y tuvo que bajar del Palafito, saludar a su ex y ponerle la mejor cara que pudo encontrar para que la muchacha no se sintiera fuera de lugar. Que oye, fuera de lugar estaba y tener las narices de plantarse en la isla sabiendo que vas a arruinar el concurso de la persona que, presuntamente, has amado con toda tu alma, ¡tiene también muchos bemoles!
Pero Miriam es tan querida y admirada por la audiencia y tan respetada por los concursantes que muy pronto se hizo un hueco entre los supervivientes pasando por alto su encontronazo con Carlos. Éste, por el contrario, todavía sigue dándole vueltas al tema y es que tenemos muy claro, que, aunque lo niegue, sigue bebiendo los vientos por su peruana favorita. La que no bebe ni respira el mismo aire que esté alrededor de Miriam Saavedra es Mónica Hoyos, que según hemos podido conocer, no dejó en España ni un cabo suelto antes de volar a Honduras, encargándose personalmente de vetar a la última ganadora de GH Vip en su aventura hondureña.
Una orden de alejamiento, un despechado y una niña consentida
No, no estáis leyendo mal, no os habéis equivocado, no os ha sentado mal el tentempié de media mañana. Como si de un juez se tratase, la gran Moniquita impuso en una de sus claúsulas supermegahiperultra secretas y antes de firmar su contrato definitivo con Mediaset, una especie de ‘’orden de alejamiento’’ que prohibía, en caso de visita por parte de Miriam, acercarse a Mónica a menos de 500 metros. Como diría Boris Izaguirre… ¡Flipaaaante!
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Ahora que conocemos la situación real, podemos entender perfectamente la tranquilidad de la madre de Luna, te quiero, el pasado martes cuando sus compañeros le chivaban el nombre del nuevo ‘’fantasma del pasado’’. ‘’¿Quién es Miriam? ¿Miriam Díaz Aroca? ¡Un beso para Miriam Díaz Aroca!’’. Así hacía frente Mónica al temporal tras enterarse de la nueva invitada Vip, con elegancia y mucho talante, algo que nos sorprendió y mucho teniendo en cuenta su pasado en Gh Vip, un reality en el que terminó desquiciada por la presencia de su archienemiga y por el que tuvo que retirarse de los medios de comunicación por el estrés que había supuesto en su vida convivir con Miriam. Pero… Tenemos la ligera impresión de que los objetivos de Telecinco van mucho más allá de esta ‘’orden de alejamiento’’ de chichinabo impuesta por Mónica y estamos seguro de que, tarde o temprano, estos pesos pesados de la televisión volverán a verse las caras. Desde luego, Miriam hará todo lo posible por desestabilizar el concurso de Mónica, ¿será dándose una nueva oportunidad con el presentador? ¡Eso sí que sería un bombazo al nivel del embarazo de Meghan Markle o la presunta ruptura entre Irina Shayk y Bradley Cooper?
