Dani Rovira ya tiene todo preparado para convertirse en el presentador de la próxima edición de los Premios Goya, que se celebra el próximo sábado 7 de febrero. La Academia ha elegido al actor por su vena de monologista y por haberse convertido en toda una revelación en el último año gracias a su papel en la cinta Ocho apellidos vascos.
Este lunes, junto al resto de los actores, el nominado a mejor actor revelación, acudió a la fiesta de nominados que se celebró en los Teatros del Canal de Madrid. Allí se hicieron la foto de turno. Su última reunión antes de descubrir quiénes son los ganadores de este preciado título.
© Gtres
¿Estas nervioso estos días?
Estoy tranquilo. Quizá tensión y mucha ilusión.
¿Más nervioso por presentar la gala o por ganar el Goya?
Por presentarla. Estar tres horas allí encima llevando una gala, imagínate. Lo de estar nominado es un premio maravilloso. Es sentarte a esperar que alguien abra el sobre. Presentar una gala a nivel de responsabilidad es más. Entonces estoy más ilusionado por presentar la gala.
¿Cómo vives esta explosión de fama que has tenido estos últimos años?
Lo intento vivir con calma. Intento ser yo el que lo vive con más tranquilidad que el resto del mundo. El resto del mundo lo vive con un nivel espirito muy alto. Alegría moderada. Cuidado que esto es muy largo.
¿Te ha cambiado mucho la vida?
La vida que no tiene nada que ver con mi trabajo sigue siendo muy parecida. El resto sí que cambia. Yo chaquetas como esta no suelo gastar.
¿Qué planes tienes para 2015?
La segunda temporada de B&b, que se estrene la segunda peli que he rodado con María Valverde, Ahora o nunca, rodar la segunda de Ocho apellidos vascos, y un librito de microcuentos que no tiene nada que ver con el cine.
¿El 2014 también te sonrió con Clara Lago a tu lado?
Sí.
¿Cómo te encuentras?
Muy a gusto.
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El día de los enamorados ya está muy cerca...
El día de los enamorados me parece una cursilada. Yo amo mejor que nadie pero ese día es una puta cursilada.
