Tal vez porque no le gustó la pregunta, tal vez porque se metió demasiado en su vida privada o tal vez porque se levantó con el pie torcido, muchas entrevistas no terminan como se planearon desde un principio. Hay muchos famosos que se revuelven en sus sillas cuando las cosas no van como ellos quieren.
Pero esto pasa aquí y al otro lado del Atlántico. Es algo que ha pasado con estrellas nacionales y con los conocidos internacionalmente actores de Hollywood. Nadie se escapa a la ira de los famosos. Desde Paulina Rubio hasta Antonio Banderas.
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Will Smith paseaba tranquilamente por una alfombra roja cuando uno de los reporteros intenta pegarle un beso. Él no se lo tomó muy bien y terminó abofeteando al periodista que se encontraba detrás de la barra. Paulina Rubio, por su parte, aprovechó la publicidad para decírselo a la presentadora. No le parecía bien que se tratase tanto su vida privada y terminó diciendo que era una "grosería".
Marc Anthony no ha concedido muchas entrevistas a lo largo del mundo. Y cuando lo hizo, no terminó muy bien. Por la calle rondaba el vídeo casero sobre la vida de Jennifer Lopez que algunos medios podrían publicar y el cantante era preguntado por ello. Marc no terminó muy bien. "Siguiente pregunta" dijo el cantante con mucha seriedad.
Algo parecido le pasó al actor Robert Downey Jr. cuando era preguntado por su pasado. Se levantó con un "adiós", se quitó el micrófono en la sala en la que estaban grabando y no quiero escuchar el perdón del periodista que se quedaba asombrado por su reacción.
El protagonista de Transformers Shia Lebouf siempre ha sido muy rarito. Y en las ruedas de prensa la cosa no iba a ser diferente. Respondió a una pregunta, bebió agua y se fue de la sala de prensa sin mediar muchas más palabras y causando el revuelo del público.
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Lo de Antonio Banderas, por suerte, se quedó en una broma. El actor estaba en España en plena promoción y pisó el plató de Lo más plus. Cerraron una gran bronca pactada cuando le preguntasen por su vida privada, algo que dejó con la boca abierta a más de uno. Finalmente, todo era una broma entre los presentadores y el actor.
