Eran adorados como dioses. Algunos niños chascaron los dedos y consiguieron la fama que muchos adultos desean desde hace años. Ellos, con una simple película, una serie o un anuncio en televisión consiguieron ser conocidos por todo el mundo. Y, como vinieron, se fueron.
Macaulay Culkin es el claro ejemplo de esta historia. Fue el niño más adorado de la gran pantalla gracias a las dos primeras partes de Solo en casa. Incluso logró mantener el éxito enamorando a todas las jovencitas en Mi chica. Pero todo se terminó aquí. Después de varios fracasos y una demanda a sus padres por motivos económicos, se echó a perder.
Pobre Lindsay Lohan. Se hizo famosa gracias a desdoblarse en Tú a Londres y yo a California. Disney la quiso convertir en una de las suyas con cintas como Ponte en mi ligar. Pero la adolescencia es muy mala. Chicas malas es ya una serie de culto y su mejor papel como actriz. A partir de ese momento todo fue cuesta abajo.
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Stuart Little llevó a la fama al joven Jonathan Lipnicki. Un jovencito que se escondía detrás de unas grandes gafas y que enamoró a medio mundo. Pero su carrera ni puso apenas despegar después de este éxito y hoy se pasea todavía por algunos photocalls sin pena ni gloria.
Muy duro es el caso de Jake Lloyd. Lo tenía todo para triunfar y convertirse en una estrella de Hollywood. La crítica se arrodilló ante el joven Anakin de La amenaza fantasma. Pero el gafe de esta cinta hizo que el joven no volviese a encontrar un trabajo decente como actor. Su carrera se quedó a medio gas.
Para pifia, la de Haley Joel Osment. Su papel en El sexto sentido le hizo conocido en todo el mundo. Fue una de las películas más taquilleras de 1999. Spielberg le recuperó en 2001 con Inteligencia artificial. Parecía que este niño se iba a comer el mundo. Pero nada... pocos éxitos conoció después. Ahora, con una imagen física muy cambiada, no consigue apenas trabajos.
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Dakota Fanning era la niña favorita de los directores de Hollywood. Cualquier cinta que se preciase tenía que contar con ella. La guerra de los mundos, El fuego de la venganza o Yo soy Sam fueron sus grandes éxitos. Pero después, su voz de niña desapareció y sus sueños se truncaron. Crepúsculo la recuperó como mala, pero la crítica se echó encima de la joven. Ahora, su hermana Elle triunfa más que ella.
