El uso de una silla para bebés es obligatoria en todos los trayectos en coche desde el nacimiento del bebé. Los tipos de sillas evolucionan en función de las necesidades de tu pequeño. El cuerpo de los niños va creciendo y madurando y cada silla tiene una función en cada una de las etapas de su vida. ¿Sabes qué silla elegir para cada edad? ¿Sabes cuándo debes cambiar de modelo? Esto es todo lo que debes saber para elegir la silla adecuada a las necesidades de tu hijo.
¿A partir de qué edad y cuándo dejar de utilizar una silla para el coche?
Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir una silla de coche para tu bebés es que para saber cuál es la que mejor se ajusta a sus necesidades no hay que tener en consideración la edad del pequeño, sino su peso o estatura. No todos los niños crecen al mismo ritmo ni tienen la misma corpulencia, por esta razón la edad no es una medida fiable a la hora de elegir la silla de bebé.
Existen dos normativas legales que se complementan en relación a este tema: la más antigua, la normativa R44/04 considera que las sillas de bebés deben elegirse de acuerdo al peso del niño. Por el contrario, la normativa R129 (también conocida como i-Size), más reciente, tiene en cuenta la altura del pequeño. Estas dos normas son complementarias y válidas.
Elegir la silla del coche según el peso del bebé (normativa R44/04)
Para bebés desde su nacimiento hasta los 10 kg de peso puedes elegir una capota o un portabebés (algunos pueden soportar hasta 13 kg). Este tipo de sillas debe colocarse siempre de espaldas a la marcha, la posición de frente a la carretera pone en grave peligro al niño en caso de accidente. El portabebés puede eventualmente situarse en el asiento del copiloto si no existe la posibilidad de colocarlo en el asiento trasero y siempre y cuando el airbag esté desactivado, si no es así, en caso de choque el airbag puede provocar graves lesiones a tu bebé.
Si tu pequeño pesa entre 0 y 13 kg, puedes hacerte con una silla de coche como este portabebés de la marca Mycarsit, a 49,99€ en Amazon.
Algunos tipos de sillita de bebé pueden utilizarse desde el nacimiento hasta que el niño alcance los 18 kg de peso. En ese caso, puedes utilizar la silla de coche de espaldas a la carretera o de frente a la marcha una vez que el niño haya superado el peso y la edad mínima.
Existen otras opciones de sillita, por ejemplo, los modelos que están creados para niños desde los 9 hasta los 18 kg y también las sillas para niños de 9 kg a 36 kg. A partir de los 9 kg puedes elegir entre el arnés o el escudo frontal como forma de sujeción del niño.
Cuando el niño alcanza un peso de entre 15 kg y 36 kg, puedes instalar los mmodelos de sillas conocidos como elevadores, como esta silla de la marca Safety, disponible en Amazon por 42,16€.
Para simplificar la comprensión de los distintos tipos de sillas de bebé, la normativa R44/04 ha creado 5 grupos distintos: el grupo 0, el grupo 0+. el grupo 1, el grupo 1/21/3 y el grupo 2/3. Cada grupo representa una categoría de peso. Es fundamental saber a qué grupo pertenece tu bebé para elegir la silla que garantice su máxima seguridad:
- Grupo 0: de 0 a 10 kg.
- Grupo 0+: de 0 a 13 kg.
- Grupo 1: de 9 a 18 kg.
- Grupo 1/2/3: de 9 a 36 kg.
- Grupo 2/3: de 1 5 a 36 kg.
Elegir la silla del coche según la estatura del bebé (normativa i-Size)
Para bebés entre 40 y 70 cm (es decir, alrededor de los 6 meses), opta por un capazo o portabebés.
Si tu pequeño tiene una estatura de 40/45cm y 75/87 cm la mejor opción es un portabebé, que deberás cambiar cuando el niño alcance los 13 kg de peso.
Para los niños entre 61 y 75 cm, hablamos de sillas de 2ª edad. El niño no debe superar entre los 18 y los 23 kg.
Cuando el niño crezca y alcance una estatura entre 100 y 135 cm opta por un elevador, preferiblemente con resplado. Es esencial mantener este elvador hasta que el niño alcance los 135 cm y una edad de 10 años para garantizar que su pelvis es suficientemente madura para no sufrir daños provocados por el cinturón de seguridad en caso de accidente.
Antes de comprar una silla de bebé, asegúrate de que cumple con todas las normativas de seguridad, que es compatible con tu coche y que se ajusta a la altura/peso de tu pequeño.
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