Hay momentos de nuestra vida en los que a todas nos han faltado los ánimos para seguir hacia adelante y necesitamos una mirada cómplice o un abrazo que nos anime a buscar esa felicidad que parece que hemos dejado olvidada. Antes de seguir las cinco fases para el cambio de nuestras vidas que el investigador americano James Prochaska enunció, échale un ojo a algunos de los fotogramas del séptimo arte que nos han hecho felices. Quizás encontremos en ellas la inspiración que buscamos, ¿no?
© Amelie
Primer paso: ¡Fijémonos unos objetivos!
Para empezar, nada mejor que tener unos objetivos claros para ir a por ellos. Si sabemos a dónde queremos llegar o la persona en la que nos queremos convertir, será mucho más fácil que alcancemos esa meta. Eso sí, no precipites los acontecimientos: aún no hemos atravesado la línea de salida y el camino hacia nuestras metas puede estar lleno de obstáculos pero tranquila... ¡Lo conseguiremos!
Segundo paso: pensemos en cómo será ese cambio
El cambio no puede ser del día a la noche y por ello tenemos que pensar en cómo tendrá lugar, qué es lo primero que vamos a hacer o qué apoyos necesitaremos a lo largo de este camino. Esta es la fase en la que comenzamos a ser conscientes del cambio que va a tener lugar y asumimos que tendremos que renunciar a algunas cosas y comenzar a hacer otras que quizás no nos gusten tanto.
Por ejemplo, si hemos decidido que nuestra meta es dejar ese trabajo que no nos hace felices, el siguiente paso que tendremos que seguir es pensar en cómo será la conversación con nuestro jefe y cómo afrontaremos ese momento. Ser totalmente conscientes de nuestras decisiones es imprescindible.
Tercer paso: preparación del cambio
Una vez que hemos pensado en ello, tenemos claras cuáles serán sus consecuencias. Por ello, es el momento de comenzar a pensar en cómo afrontaremos esos cambios. ¿Qué haremos después? Continuando con el ejemplo anterior, si lo que queremos es dejar nuestro trabajo, debemos prepararnos y pensar en qué haremos después. Quizás, necesitemos un año sabático para nosotras mismas, quizás necesites sacar a relucir tu espíritu de aventurera o puede ser que quieras encontrar otro trabajo que realmente te llene. Se trata de la preparación del cambio, tal y como señalaba James Prochaska.
Cuarto paso: ¡Pasemos a la acción!
Es muy sencillo. Después de haber pasado por las fases anteriores, estás preparada para triunfar. Así que, enfréntate a tu cambio. ¡Todo saldrá bien!
Quinto paso: Manteniendo el cambio
Quizás esta sea la fase más complicada del cambio. Como cuando hacemos dieta o comenzamos a ir al gimnasio al empezar el año, lo difícil aquí es mantener ese propósito. Es difícil pero, según el investigador americano, se consigue si hemos pasado por todas las fases anteriores.
Nos hemos propuesto una meta, hemos pensado en cómo será ese cambio, hemos sido conscientes de nuestra decisión y hemos asimilado sus consecuencias. Ha llegado el momento de actuar, lo hemos hecho y... ¡Aquí están los resultados! Solo te hace falta constancia y habrás conseguido cambiar tu vida. ¡Garantizado!
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