Es periodista, presentadora de Las mañanas de la 1, y recientemente ha publicado su último libro, El corazón de las mujeres no tiene reglas, que presentó junto a sus dos hijos hace un par de meses. Nos citamos en la redacción para hablar de sus proyectos profesionales, pero nos quedamos tan impresionadas al ver lo bien que se conserva, que no pudimos evitar preguntarle cuál es su secreto. Ella misma desveló qué productos de belleza utiliza para mantenerse así de bien y qué prendas no pueden faltar en su armario.
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Te vemos espectacular, ¿qué haces para estar así de bien?
En realidad yo no me veo así, estoy en una edad en la que tengo que esforzarme mucho para mantener esta figura y una buena salud. Sigo una rutina diaria: me levanto a a las cuatro de la mañana, hago media hora de elíptica y luego otra media más de ejercicios de musculación. También cuento con la ayuda de mi entrenador personal, que viene a casa dos veces por semana. Me gusta mantenerme en forma, pero también me gusta comer de todo.
¿No sigues ninguna dieta?
No, me gusta comer bien y variado, ya sea en casa o en restaurantes. La verdad es que disfruto comiendo.
¿Qué sueles llevar en tu neceser?
Tengo que confesar que con esto soy un desastre, me da mucha pereza armar un neceser porque no sé que meter en él. Siempre pienso: ¿para qué me voy a retocar si dentro de un rato me voy a ir a casa? Así que no llevo ningún neceser en en el bolso, lo único que llevo es una caja de pastillas Juanola y mi perfume, Shalimar de Guerlain. Los utilizo cada vez que me fumo un cigarrillo porque no me gusta ir oliendo a tabaco.
¿Qué productos de belleza no pueden faltar en tu día a día?
Me gusta mucho el desmaquillante de ojos de Lancôme, elimina muy bien los restos de máscara de pestañas. Y en cuanto a cremas, suelo utilizar las que mi dermatólogo me recomienda, son cremas hechas a medida para mi piel. Él me da una fórmula y después me la preparan en la farmacia. De todas formas, hay dos cremas que me gustan mucho, la hidratante corporal de Biotherm y las de Skinceuticals. También me suelen recomendar algunos tratamientos faciales, como la inyección de plasma en las ojeras. Tengo que confesar que he notado un cambio importante, siento que se me han suavizado las arrugas.
¿Entonces estás a favor de la cirugía estética?
Estoy totalmente a favor, pero de las cirugías que están bien hechas y que se han hecho con cabeza. Lo que no se puede hacer es aparentar lo que no eres, no tiene sentido que una mujer de sesenta años intente parecerse a una de veinte. Tienen que ser cambios que no se noten tanto. Mira a Silvia Tortosa, ella se empezó a operar a los 48 años, una edad razonable. Ahora tiene 67 y ¡mírala!, todas queremos ser como ella.
¿Hay algún tratamiento que no te haya gustado?
El bótox, no me gusta nada. Lo tienen que poner muy bien para que no se note. Lo peor es cuando la gente se lo inyecta en los labios, yo jamás lo haría.
¿Y algún corte de pelo que te hubiese gustado llevar pero nunca te has atrevido?
La verdad es que no, siempre me ha gustado llevar el pelo largo. Pero recuerdo un corte que no me gustó, me lo hicieron sin mi consentimiento y me dejaron la melena a la altura de la nuca. Me veía demasiado alta y me daba la impresión de tener la cabeza más pequeña. ¡Ese corte no me lo volvería a hacer jamás!
¿Cuál es tu prenda fetiche?
El pijama, ¡es divino! (ríe). Una camiseta ancha, una coleta, unos calcetines gorditos y la cara lavada. Es el mejor look del mundo.
¿Y la que menos te gusta?
LETTER
Las pieles. No me gustan nada, creo que ya ha pasado su momento.
