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Génessis Salazar, experta en belleza: “Estos 5 aspectos hacen que tu rostro luzca más cansado y envejecido a los 60"

por Cristina Buisán Vega ,
Génessis Salazar, experta en belleza: “Estos 5 aspectos  hacen que tu rostro luzca más cansado y envejecido a los 60"© shutterstock_1504807922

Desde su experiencia en el centro de estética G&G Beauty, Génessis Salazar nos comparte los cinco aspectos que más influyen en el envejecimiento visible del rostro después de los 60, y que muchas veces pasan desapercibidos. ¡Toma nota!

Con la llegada de la primavera, muchas mujeres que se acercan a los 60 comparten un mismo deseo: lucir una piel más fresca, luminosa y natural, que refleje vitalidad sin perder su esencia. Sin embargo, existen ciertos hábitos o rutinas de belleza que, lejos de favorecer, terminan acentuando los signos del envejecimiento.

Hemos hablado con Génessis Salazar, experta en estética y fundadora de Centro de Estética G&G Beauty, para conocer los cinco aspectos que observa con frecuencia y que suelen afectar negativamente a la piel a partir de los 60.

5 aspectos que envejecen el rostro, según Génessis Salazar

1. El impacto del cansancio y los malos hábitos

Muchas veces hablamos del envejecimiento cutáneo sin tener en cuenta lo que ocurre realmente a nivel celular. “En cabina vemos pieles que reflejan el daño acumulado de años expuesto al estrés oxidativo. Los radicales libres, esas pequeñas moléculas que dañan las células de nuestra piel, ya sea por factores internos o externos (sol, contaminación, tabaco…), apagan el rostro y dan paso a los signos visibles de envejecimiento”, confiesa.

A partir de cierta edad, las defensas naturales de la piel bajan y este desgaste se nota en forma de opacidad, deshidratación y falta de elasticidad.

2. Exposición solar acumulada

Según Salazar, es habitual escuchar: “Yo siempre he tomado el sol sin protección y nunca me ha pasado nada”. Sin embargo, la experta asegura que cuando se observa la piel de cerca, los efectos están ahí: manchas, arrugas profundas y pérdida de firmeza.

“La zona del rostro, el cuello y el escote son especialmente sensibles, y es justo donde más daño se acumula. La piel tiene memoria, y cada primavera es una nueva oportunidad para cuidarla mejor”, concluye.

3. Un estilo de vida desequilibrado

Una piel apagada, sin vida o con textura irregular, no siempre se debe a un mal cosmético. En muchos casos, detrás hay hábitos que no ayudan: poca hidratación, mala alimentación, descanso insuficiente o incluso estrés crónico.

“Cuando preguntamos en cabina, muchas mujeres no relacionan estos factores con el estado de su piel, pero lo cierto es que el organismo necesita equilibrio para poder regenerarse y mostrarse saludable por fuera”, asegura Salazar.

4. Cambios hormonales poco comprendidos

En la etapa de la menopausia, se producen muchos cambios internos, y la piel lo refleja casi de inmediato. Disminuye la producción de colágeno, la piel se vuelve más fina y seca, y aparece la flacidez.

“Lo que me encuentro con frecuencia es cierta desinformación o incluso vergüenza al hablar de estos cambios. Pero entender qué le está pasando al cuerpo en esta etapa es clave para poder acompañar esos cambios de forma natural y con los cuidados adecuados”, explica.

5. Ignorar la genética: un error que complica el cuidado de la piel

Cada piel tiene su historia. Algunas tienden a arrugarse más, otras a mancharse, otras pierden firmeza antes. Hay quienes tienen una piel muy resistente y quienes, por genética, necesitan más ayuda.

“Cuando hacemos un diagnóstico personalizado, vemos cómo influye el componente genético en la evolución del envejecimiento. Por eso es tan importante no compararse y entender que cada piel necesita un enfoque distinto”, confiesa Salazar.

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Algunos de los tratamientos +60 que utilizan en G&G Beauty

Tal y como nos cuentan desde G&G Beauty, antes de recomendar un tratamiento, siempre comienzan con un asesoramiento personalizado. No aplican un protocolo genérico, sino que se toman un tiempo para comprender cómo está esa piel en ese momento, qué cambios hormonales está atravesando, cuál es su historia y cuáles son sus necesidades reales —tanto a nivel estético como emocional.

A partir de ahí, proponen tratamientos adaptados a cada persona. Estos son algunos de los que más utilizan con mujeres mayores de 60, y que, según nos cuentan, ofrecen mejoras visibles:

  1. Vitamina C

“Cuando la piel llega a consulta apagada, sin vitalidad y con los efectos del estrés oxidativo acumulado, solemos empezar con una sesión de vitamina C”, explica Salazar.

Se trata de un tratamiento muy completo: hidrata, protege frente a los radicales libres y estimula la producción de colágeno. Además, según nos cuentan, este tratamiento aporta luz y firmeza sin agredir, y muchas mujeres notan un cambio desde la primera aplicación.

  1. Exosomas faciales

Se trata de una técnica especializada para pieles más envejecidas o con mayor pérdida de elasticidad. “Es una técnica regenerativa que combina péptidos bioactivos y factores de crecimiento que ayudan a reparar la piel a nivel celular”, asegura la experta.

Gracias a ello, según nos explican, se observa una mejora en la firmeza, la textura y, en algunos casos, incluso en el cabello.

  1. Diamond Extreme

“Este tratamiento lo utilizamos cuando nos encontramos con pieles muy deshidratadas o con signos marcados de pigmentación desigual”, explica Salazar. “Su acción es hidratante, iluminadora y antiedad. Es una buena opción cuando buscamos trabajar varios aspectos a la vez: tono, manchas, textura y firmeza”, concluye.

  1. Kobido (lifting japonés)

Hay mujeres que prefieren opciones más naturales, sin aparatología ni activos químicos. En esos casos, el Kobido es una de las mejores herramientas de G&G Beauty.

Se trata de un masaje facial profundo que tonifica los músculos, mejora la circulación y devuelve vida al rostro. Aporta un efecto lifting suave, pero muy evidente. “Muchas lo eligen como rutina de mantenimiento, porque además de los beneficios estéticos, es muy relajante”, asegura Salazar.

  1. Limpieza facial profunda

Aunque parezca básico, muchas veces lo que una piel necesita para empezar a mejorar es una buena limpieza. “Extraer impurezas, equilibrar la grasa y oxigenar el tejido es imprescindible antes de iniciar cualquier otro tratamiento. Solemos hacerla de forma manual, con productos suaves, pero efectivos, y adaptados al tipo de piel de cada persona”, confiesa Salazar.

Cristina Buisán Vega
Content Coordinator de Enfemenino.com
Durante los últimos 20 años, la prioridad de Enfemenino consiste en amplificar las voces de las mujeres. A través de nuestros contenidos, vídeos y eventos, queremos animar a nuestras comunidades …
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