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Ejercicio y cáncer: los beneficios del deporte en pacientes con cáncer

por Bechra Dominguez ,
Ejercicio y cáncer: los beneficios del deporte en pacientes con cáncer© iStock

La práctica suave, durante unos minutos, de ejercicio físico puede beneficiarte durante los tratamientos: reduce el nivel de estrés, de cansancio, los problemas de sueño y otros síntomas. ¿Quieres saber más sobre ejercicio y cáncer?

Índice
  1. · Ejercicio y cáncer: los efectos beneficiosos del ejercicio físico durante el tratamiento
  2. · Llevar una vida activa tras los tratamientos contra el cáncer
  3. · Recomendaciones tras el tratamiento oncológico
  4. · La importancia de la motivación

Los efectos secundarios, tanto físicos como psicológicos, derivados del diagnóstico de cáncer y de los tratamientos oncológicos, pueden hacer que te sientas triste, con debilidad muscular y más cansada de lo habitual. En la actualidad se sabe que la actividad física de baja intensidad como caminar, el pilates, el yoga o los paseos en bicicleta (terreno llano), pueden mejorar sustancialmente la calidad de vida de los pacientes durante el tratamiento oncológico.

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Ejercicio y cáncer: los efectos beneficiosos del ejercicio físico durante el tratamiento

¿Sabías que existen evidencias científicas sobre los efectos positivos de una vida activa en pacientes de un tratamiento por cáncer? Está demostrado que determinados síntomas como náuseas, astenia, alteraciones en el sueño, dolor, ansiedad y depresión mejoran significativamente en aquellas personas que realizan ejercicio aeróbico varios días a la semana (ya sea caminar, gimnasia de mantenimiento...). Además, una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras y la realización de ejercicio físico pueden ayudar prevenir una ganancia de peso importante, a veces producida por ciertos tratamientos oncológicos.

Por lo tanto, si es este tu caso o el de alguien que conozcas, lo ideal es que el paciente hable con su oncólogo sobre la posibilidad de hacer alguna actividad física y seguir sus consejos. Normalmente, estarán en consonancia con estos que te proponemos.

  • Piensa qué tipo de ejercicio te apetece hacer y, si es posible apúntate a un gimnasio o pide a un/a amigo/a o familiar que te acompañe. En este momento el apoyo social es importante y te puede ayudar a cumplir con tu propósito.
  • Planifica tu tiempo y fija una hora para hacer la actividad física que hayas elegido.
  • El día que recibes tratamiento y los días posteriores, o si te encuentras más cansada, reduce la actividad tanto en intensidad como en tiempo. En ese caso sería suficiente 5 o 10 minutos al día (recuerda que aunque estés agotada, el ejercicio puede ayudarte a controlar síntomas).
  • Evita hacer ejercicio que te deje extenuada, ya que el propósito no es entrenarse para una competición, sino obtener los beneficios de una vida activa y, con 30 minutos diarios es suficiente.

Llevar una vida activa tras los tratamientos contra el cáncer

Aproximadamente un 60% de las personas diagnosticadas de cáncer aumentan de peso debido a la quimioterapia y a los tratamientos hormonales. Mantener una vida activa y una alimentación saludable te pueden ayudar a recuperar el peso ideal. El primer objetivo después del tratamiento es darte tiempo para recuperarte definitivamente de los efectos secundarios, por lo que tienes que ir aumentando el nivel de actividad lenta y progresivamente hasta estar totalmente recuperada.

Utiliza el lema: “Poco es más que nada”. Para que la actividad física tenga una serie de beneficios a medio plazo, es necesario que seas constante a la hora de hacer ejercicio. Lo óptimo es que, inicialmente dediques 10 ó 15 minutos diariamente a alguna actividad más sencilla, como caminar. No obstante, si algún día te encuentras más cansada, tres o cuatro días a la semana pueden ser suficientes.

Recomendaciones tras el tratamiento oncológico

Estas recomendaciones pueden ayudarte, incorporando progresivamente actividad física a tu vida cotidiana:

  • Las primeras dos o tres semanas será suficiente con que dediques 15 minutos al día para hacer la actividad que más te guste. Las siguientes tres semanas incrementa 5 minutos ese tiempo.
  • Intenta no utilizar transporte (coche, autobús, tren…) para ir a los sitios más cercanos, vete caminando a paso ligero.
  • Si es un lugar que está más lejos, párate en la parada anterior o aparca el coche antes de llegar a tu destino y haz el resto del camino a pie.
  • Utiliza lo menos posible el ascensor. Sube y baja escaleras.
  • Cuando salgas a caminar, procura ir acompañada de un familiar o de un/a amigo/a.
  • Si realmente no estás muy cansada, haz un pequeño esfuerzo. Anímate, muévete, vete por algún sitio que realmente te guste. Cuando regreses a casa te sentirás mejor y más animada.

La importancia de la motivación

Uno de los principales beneficios de mantenerse activa durante esta dura etapa es la ayuda psicológica que supone. Sentir que puedes hacer algo de deporte, que puedes moverte y lograr tus pequeñas grandes metas te hará sentir muy feliz y plena. Y es que la motivación es fundamental en estos difíciles momentos. Por lo tanto, rodéate de tus seres queridos, mantente con la cabeza ocupada y llénate de positividad y optimismo. Puedes lograrlo.

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Bechra Dominguez
Bechra Domínguez es redactora en enFemenino. Se graduó en Literatura en la Universidad de París 13 y desde entonces ha trabajado en comunicación y prensa digital. Se ha especializado en …
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