¡Ay, ay, ay, Pantoja es lo que hay! Y da igual que la audiencia lleve meses quejándose del claro favoritismo hacia la cantante, o de la falta de decoro que tiene la organización con el resto de concursantes, tratándoles como ciudadanos ‘de segunda’ mientras idolatran a la tonadillera a golpe de aplauso y risa, como también da igual que haya sido obligada a abandonar el concurso por motivos de salud, Isabel Pantoja está en España y nadie entiende por qué ha regresado de Honduras como la ganadora indiscutible de esta edición.
Todo lo que Telecinco hizo por la Pantoja
¿Cómo se come que, por primera vez en la historia de Supervivientes, Isabel Pantoja fuese grabada durante su trayecto desde el hotel a plató y durante su ratito en el camerino personal antes de comenzar su entrevista? Nunca se había hecho, ningún concursante en más de diez años de reality había recibido tanto protagonismo como el que obtuvo la cantante durante el último debate del domingo, presentado por Jordi González.
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Primero, con serio semblante de cara a la galería y más feliz que una perdiz por dentro después de embolsarse casi un millón de euros, Maribel captó la atención de las cámaras durante su paseíto en coche del hotel hasta las puertas de Telecinco. Pelazo suelto -y decimos pelazo porque de repente, se le ha multiplicado la melena y esos cuatro mechoncitos que lucía en la isla se han convertido en una cabellera más frondosa que la de Simba- look elegante pero informal y maquillaje sutil pero llamativo (sobre todo teniendo en cuenta que la pobre Isabel llevaba con la cara lavada desde que saltó del helicóptero hace ya casi tres meses). Con esta estampita que ni las de San Judas Tadeo, comenzaba un debate cargado de críticas por parte de la audiencia y es que, aunque entendemos perfectamente que la nueva dueña, reina y señora de Telecinco es notición aunque solo se esté limando las uñas, que el equipo de Mediaset se hiciera eco de todos sus pasos, incluida su estancia en el camerino hasta su entrada en plató, nos resultó cuanto menos, chocante.
¿Qué pasaba con el resto de concursantes? ¿Qué era de sus vidas? ¿Qué habían comido ese día, de qué habían hablado o cuántos peces habían pescado? Daba igual, no importaba, lo fundamental era grabar cada suspiro de la folclórica, aunque para ello tuvieran que seguirla hasta Cantora. Tanto fue el revuelo causado por las primeras imágenes que emitía el programa de la Panto, que el público se indignó de mala manera al comprobar como la viuda de Paquirri no llevaba puesto el cinturón de seguridad en su viaje hasta Telecinco.
‘’Esa Isabel Pantoja sin el cinturón de seguridad! Olé!’’, ‘’¿La Pantoja sin cinturón? Menudo ejemplo’’, ‘’Isabel Pantoja en el viaje en coche sin el cinturón de seguridad puesto… 12 meses, 12 causas’’… Estos y otros muchos mensajes llenaron Twitter al comenzar el programa, ¡y eso que no llevaban ni diez minutos en directo! Pero, claro, la gente no es tonta y cansada de las continuas tomaduras de pelo en referencia al trato de favor con la cantante, no tardaron ni un segundo en darse cuenta del detalle del cinturón, momento que aprovecharon para atacar sin piedad a la madre de Kiko Rivera.
Y después del ‘capítulo cinturón’, llegó el ‘capítulo camerino’, enfocando en primer plano a una Pantoja seria y a la espera de que Jordi le diera paso, algo que tampoco se había visto nunca en un formato como este.
La ‘salvametización’ de ‘Supervivientes’
Adiós supervivencia, hasta nunki fuerza mental y aguante físico y… ¡Hola culebrón de Sálvame! Atrás quedan ya concursazos como los de Abraham, Rosa Benito, Miriam Sáchez, también conocida como Lucía Lapiedra, Christopher o Jorge, en la actualidad, Supervivientes ha derivado en una especie de Sálvame Deluxe dominado por el clan Pantoja y dirigido por presentadores de la talla de Jorge Javier Vázquez y Jordi González que beben los vientos por un buen salseo, tanto que olvidan por completo el espíritu del programa y el verdadero objetivo de éste: luchar por sobrevivir. Isabel Pantoja ha logrado lo impensable, hacerse con esta gran fábrica de la tele poniendo a sus pies a todos los que en ella trabajan y partiéndose la caja de todos los seguidores del concurso que esperaban ver a un grupo de supervivientes batallando por el maletín con dos poderosas armas: sus manos y su mente.
Colaboradores adulando las obras y milagros de la Panto en un nivel de peloteo tan alto que hasta a la propia Cristina Tárraga casi le tienen que poner un esparadrapo en la boca para que dejase de piropear a la intérprete, ¡qué mujer tan cantosa, por el amor de Dios! Por otro lado, un Jordi González más atento a las palabras de la Panto que Ikér Jiménez a sus invitados en Cuarto Milenio, ¡por favor, Jordi, que se notaba demasiado! Y ya para rematar, la Pantoja más chistosa que colmó de alegría y jolgorio un plató al que solo le faltó llevarla en volandas hasta Cantora, (¿os imagináis, desde el presentador hasta el público, pasando por el regidor y la chica que lleva las redes sociales, todos descalzos, alzando a la Pantoja cual procesión de Semana Santa en Sevilla?).
¡Qué chisposa estaba Maria Isabel en su gran noche y qué risas más falsas les dedicaron los colaboradores! Hasta el pobre Efrén -aquel tronista que triunfó en su día gracias a Mujeres y hombres y Viceversa y que ha vuelto al panorama famosil porque quiere encontrar de nuevo el amor en el trono, eso, o porque se ha quedado sin cash y necesita un poquito de liquidez en su cuenta- que no sabía ni por donde le venía al aire con esta mujer, desencajaba la mandíbula cada vez que ésta soltaba alguna de sus perlitas. ¿La más gamberra? El momento en el que Pantoja dijo que su santa madre le había quitado tantos años de encima al volver a verla, que muy pronto iba a hacer la primera comunión. Bueno, bueno, bueno y, ¿qué decís de la comentadísima frase en redes, ‘’yo no he tenido ningún privilegio en ningún momento’’ made in Pantoja? ¡Por favor, Isa para, que nos meamos!
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Confesiones pantojiles, el ‘must have’ de Mediaset
Y por si el peloteo Pantoja no fue suficiente, la tonadillera, más ancha que larga, más diva que señora, se atrevió a desvelar una información de suma importancia para la cadena, vital de necesidad, un bombazo en toda regla, un titular que quedará registrado en los anales de la historia; el cantante Juan Gabriel le pidió matrimonio cuando Paquirrín tenía cinco años. ¡Guau! ¡Qué descubrimiento, paren las rotativas del mundo entero que la Panto ha dado una exclusiva de hace casi treinta años! ¿En serio, Isabel, en serio esto era todo lo que tenías para darnos en tu primer gran debate de Supervivientes? Sin duda, lo mejor de la noche (bromas aparte) fue verla entrando por la puerta con ese vestidazo amarillo Piolín, solo acto para no supersticiosas y perfecto para atraer a todos los mosquitos en 100km a la redonda y esa melenaza gitana que quitaba el sentío, siempre Pantoja, siempre radiante.
