Tenemos que admitirlo, el alcohol tiene su punto en según qué situaciones. Para algunos es la escusa perfecta para desinhibirse, socializar, bailar,… aunque evidentemente conlleva unos riesgos. Y ya no hablamos solo del riesgo inherente de hacer el ridículo frente a los demás, ni siquiera de poner en riesgo tu salud, sino de arriesgar la vida de los demás.
Para evitar que esto suceda, Proof marca cuáles son los límites. La pulsera cuenta con un pequeño sensor, que dura hasta 12 horas, encargado de medir las moléculas de la piel y enviar los datos a la app. Esta información se manda en tiempo real al móvil, gracias a las Apps correspondientes en Android e iOS.
El dispositivo se aloja en una pulsera aparentemente normal, como tantos otros wereables, pero en este caso, se encarga de avisarte cuando llega el momento de para de consumir alcohol. Una vez recargado, puede funcionar hasta 4 días seguidos, contando con la opción de una luz LED y vibración si lo deseas. Si quieres optar por la opción menos llamativa, puedes acceder a la aplicación donde se muestran los gráficos y niveles del BAC, es decir, blood alcohol concentration o concentración de alcohol en sangre.
Aunque se anunció en 2017, la empresa encargada de diseñar el prototipo aún se encuentra en proceso de recaudar fondos para empezar la producción. Se calcula que su salida al mercado marcará un precio de unos 100 a 120 euros. Además, cada cartucho desechable no costará más que una bebida.
Úsalo como cualquier otro accesorio
Lo que los fabricantes pretenden con esta pulsera es que se convierta en un accesorio más cuando salgamos de fiesta, casi como un cinturón o un collar. Justo antes de salir de casa se empareja con el móvil y se programa a gusto del consumidor: que dé un aviso para evitar la resaca, para no superar los límites legales, etc.
Este tipo de dispositivos y tecnología está empezando y se prevé que su crecimiento no pare en los próximos años. Los creadores de la Proof han recibido ya varios premios como reconocimiento a que su invento puede salvar vidas, no solo de las personas que lo consumen, sino de las que pueden verse expuestas a sus malas decisiones, como conducir bajo los efectos del alcohol.
El objetivo final es controlar el nivel de alcohol, de forma que cada uno sea consciente de lo rápido que esto afecta a su organismo, para que beba más despacio y deje de beber.
¿Cuántas veces nos hemos levantado por la mañana lamentando no haber hecho caso a las recomendaciones de nuestros amigos? Con Proof ya no habrá más lamentaciones.
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