El dolor de ovarios es muy habitual en la vida de la mujer, ya que aparece con frecuencia los días previos al periodo o durante los primeros de este. Cuando notamos las primeras molestias en esta zona de nuestro cuerpo, tendemos a pensar que este dolor está relacionado con la regla, pero las dudas y las preocupaciones surgen sin remedio cuando no estamos en una fase de nuestro ciclo cercana a la menstruación. ¿Qué puede estar causando el dolor de ovarios? ¿Debo preocuparme?
Hemos hecho un repaso de cuáles son las causas más frecuentes del dolor de ovarios, además de la menstruación. En cualquier caso, te aconsejamos acudir a tu ginecólogo ante cualquier molestia para determinar cuál es el desencadenante y descartar posibles problemas de salud. Savia sabe de la importancia que tu salud ginecólogica tiene para ti, por ello pone a tu disposición un especialista para que puedas consultar tus dudas a través de un chat. Puedes probar 2 meses gratis con servicios ilimitados y descubrir la tranquilidad de tener siempre tu salud bajo control. Además, con Savia podrás reservar cita en tu clínica ginecológica más cercana para que haga las pruebas necesarias, todo esto a un precio muy reducido.
Causas más frecuentes del dolor de ovarios
Ovulación: ocurre una vez durante el ciclo menstrual y se produce por los cambios hormonales que provocan que el ovario libere el óvulo. Normalmente, tiene lugar entre 12 y 15 días antes de la siguiente regla. En algunos casos, la ovulación puede ser dolorosa y venir acompañada de otras molestias típicas del síndrome premenstrual, como la inflamación de las mamas o del vientre. Si sientes molestias o dolor de ovarios durante la ovulación no debes preocuparte, al menos que el dolor sea muy intenso. En ese caso, te aconsejamos acudir a tu ginecólogo para que descarte cualquier problema.
Endometriosis: es conocida como "enfermedad sileciosa" ya que las molestias que provoca han sido tradicionalmente consideradas como algo normal dentro del ciclo menstrual y su no detección ha causado muchos problemas en la salud de las mujeres que la padecen. La endometriosis tiene lugar cuando el tejido endometrial se encuentra fuera del útero, provocando inflamación, dolor de tipo menstrual, dolor en las relaciones sexuales, anomalías en el sangrado y, en el peor de los casos, problemas de fertilidad. Si sufres dolor de ovarios frecuente e intenso, tanto fuera del periodo menstrual como durante este, te recomendamos consultar con tu ginecólogo para que descarte la endometriosis.
Quiste en el ovario: una de las afecciones más comunes en los ovarios es la aparición de quistes de diversas tipologías. Se trata de una pequeña bolsa con líquido que aparece en el ovario y que normalmente no presenta molestias, aunque podría provocar dolor y otros síntomas en caso de romperse, como fiebre o sangrado interno. Si sufres un dolor de ovarios intenso de forma espontánea acude inmediatamente a tu ginecólogo, especialmente si va acompañado de alguno de estos otros síntomas.
Torsión ovárica: es una afección poco común, pero que requiere de intervención médica y, en la mayoría de los casos, quirúrgica inmediata. Surge cuando el ovario se gira, lo que provoca un dolor intenso e impide la circulación de la sangre con normalidad. Puede ir a compañado de síntomas como la fiebre, dolor de espalda, vómitos y problemas intestinales (diarrea/estreñimiento). Si tienes indicios de torsión ovárica, acude de inmediato al centro médico ya que puede complicarse y provocar la pérdida del ovario.
Tumor benigno/maligno: esta es una de las causas menos comunes del dolor de ovarios, por ello, no debes alarmarte cuando sientas molestias, aunque sí debes consultar a un ginecólogo lo antes posible para que haga una revisión y garantice que todo está bien. Normalmente, los tumores benignos de ovario no presentan muchos síntomas en los primeros estadios, aunque pueden venir acompañados de dolor abdominal y sensación de pesadez en la pelvis. Los tumores malignos de ovario tampoco presentan síntomas en los primeros estadios. Las primeras molestian suelen ser dolor abdominal, inflamación del vientre, falta de apetito, relaciones sexuales dolorosas o frecuencia excesiva para orinar.
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