Este psicólogo ha confesado en su web que "Nunca ha sido una de esas parejas o maridos que ayudan a su mujer con las tareas de casa", y que cuando llegaron sus hijos la cosa siguió más o menos igual. Aunque de buenas a primeras pueda resultar una afirmación indignante, todo tiene una explicación. "No puedo ayudar a alguien con algo que es mi entera responsabilidad. Los hijos, al igual que las tareas domésticas, no son el patrimonio de nadie: ni pertenecen a la mujer ni pertenecen al hombre. Son responsabilidad de ambos", continuó escribiendo Soler.
El motivo de esta contundente explicación se debe a una anécdota que el psicólogo vivió una mañana en el supermercado donde, acompañado de sus hijos, dos señoras mayores le vieron y comentaron: "Hay que ver lo que ayudan ahora los hombres a sus mujeres con los hijos”. Soler, que tenía algo de prisa, se limitó a sonreirles y decidió contestar a su comentario a través de este artículo, que en tan solo dos días consiguió compartirse más de 10.000 veces en las redes sociales.
