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Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la violencia de género y sexual es "uno de los abusos de Derechos Humanos más extendidos en el mundo" y en Darfur Occidental se está perpetrando "a gran escala y en diferentes formas". El repunte coincide con el aumento de los desplazamientos en la región. Y es que según la ONU, desde el pasado 28 de diciembre, como resultado de la violencia entre las comunidades, más de 40.000 civiles han sido desplazados y, de ellos, 10.800 son mujeres en edad reproductiva. Como resultado de los "recientes ataques tribales" más de 3.400 de ellas han quedado embarazadas, por lo que requieren servicios de salud reproductiva inmediatos, denuncia la ONU. Entre ellas, 700 están en el noveno mes de gestación.
Massimo Diana, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Sudán (UNFPA), lamenta "cuán inseguras y vulnerables a la violencia y el acoso" son las mujeres cuando "no disponen de un refugio privado". Según explica Diana, "tras el reciente ataque a los campamentos en Darfur Occidental, "las mujeres tuvieron que huir dejando atrás sus casas quemadas y todas sus pertenencias personales". Diana las define como "vidas traumatizadas" que necesitan apoyo psicológico y servicios sanitarios con urgencia.
El Ministerio de Salud de Sudán junto con la ONU y otros socios internacionales están llevando a cabo acciones que mejoren los servicios actuales de salud reproductiva, por ejemplo, repartiendo kits de emergencias y equipamiento en distintos puntos, como la capital Jartum y El Geneina, la capital de Darfur Occidental, que se ha convertido en el epicentro de violencia.
En este sentido, la UNFPA, que apoya al Ministerio de Salud del Estado, señaló que es urgente la aplicación de medidas inmediatas que sirvan para salvar vidas y garantizar la salud de las mujeres y sus bebés. Y es que "el hacinamiento en los hospitales durante la inestabilidad es común y en el caso de los acontecimientos actuales en Darfur Occidental significa que las mujeres dan a luz en habitaciones compartidas o plazas abiertas". Así, Diana ha señalado que "el acceso a un parto seguro es la principal razón de la pérdida de vidas tanto para las madres como para los recién nacidos". Para combatir este problema se han desplegado 60 matronas en la región de Darfur Occidental y se han instalado servicios en los que se pueda llevar a cabo un parto seguro.
