Su atractivo no vamos a cuestionarlo si no más bien vamos a ahondar en las expectativas que estas celebrities nos despiertan en la ficción y que, inevitablemente se ven algo desinfladas cuando les vemos en una red carpet o por la calle. La perfección facial de Kristen Stewart en la saga Crepúsculo, está un poco alejada de su imagen real, pero no es la única. Kate Moss o James Franco también cambian mucho cuando no les vemos a través de una pantalla.
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Puede que la diferencia sea más pronunciada en unos que en otros, pero la imagen de todos ellos en la vida real dista un poco de cómo les vemos en las películas o campañas de publicidad. Si en Crepúsculo ambos protagonistas ganaban mucho con el simple hecho de ver sus ojos oscurecidos, otros como Viggo Mortensen necesitan un poquito de porquería y una melena oscura para conseguir potenciar su atractivo hasta cotas insospechadas.
Pero ellas tampoco se libran. La siempre deprimente Scarlett también agradece los retoques fotográficos de sus campañas de publicidad con Dolce & Gabbana o su favorecedor cabello ondulado al que estamos acostumbradas a verla en las películas. Un cambio también radical es el que vemos en la top Kate Moss, que de parecer una señora mal maquillada de las que te cruzas por la calle, pasa a ser una modelo conocida en todo el mundo.
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