Todavía no ha cumplido dos añitos y ya se ha convertido en una mini celebritie en toda regla. Su armario podría ser la envidia de las niñas más coquetas, pero la verdad es que ser hija de la mismísima Kim Kardashian no debe de ser nada fácil. Hemos podido verla con estilismos de todo tipo, desde abrigos de piel, perlas e incluso ¡diamantes! Pero la cosa no queda ahí, ya que hace unos meses supimos que su popular mamá gasta aproximadamente 10 mil dólares al mes en los tratamientos de belleza de la pequeña. ¿Cómo os quedáis?

Después de que Kanye West y Kim Kardashian nos sorprendieran con una mirada azul, cual husky siberiano, en sus redes, parece que ahora le toca el turno a la hija de ambos. Desde que Kim publicara varias instantáneas de su hija con los ojos en diferentes colores, las críticas no se hicieron esperar. Pero ¡tranquilas! Por el momento, a Kardashian no se le ha ocurrido la genial idea de ponerle lentillas de colores a la pequeña, aunque no nos sorprendería, sino que únicamente se trata de una aplicación que permite modificar digitalmente el color de nuestros ojos.
Las redes se pronunciaron #FreeNorthWest
La estrafalaria vida de Kim Kardashian no es ninguna novedad para nosotras. Lo que nos hace llevarnos las manos a la cabeza ya no son sus looks imposibles, sino algunas actitudes que está teniendo en relación a la educación de su única hija. Hace tan solo un mes, Kim quiso ir acompañada por la pequeña al desfile de Alexander Wang, en Nueva York. Quizás para ella sea lo más normal del mundo, pero a nosotras nos resulta extraño ver a una niña de tan solo 21 meses en un evento de esas características, pues lo más común es que a esa edad los niños estén jugando en el parque. Sin embargo, lo que más llamó la atención de los internautas fue una foto de la pequeña en Instagram, luciendo un chaleco antibalas. Este hecho indignó a multitud de tuiteros, que no dudaron en pedir la liberación de North West, bajo el hashtag #FreeNorthWest.