1. Tu gato sabe cuando, simplemente, tiene que escucharte
Sabemos que te encanta hablar y hablar durante horas y que muchas veces tu chico te llama pesada, no te escucha y acabáis discutiendo. ¿Quién es el único que te va a escuchar durante un montón de horas sin molestarte ni decir nada de nada? Está claro, tu gato. ¡Un punto para tu linda mascota!
2. Siempre se come lo mismo sin rechistar
Tu gato es el único ser capaz de comer todos los días lo que le pongas sin rechistar. Y normalmente, su menú suele ser el mismo cada día. Pero, ¿qué me dices de tu chico? Siempre tan exquisito con la comida... ¿La mejor opción? ¡Qué cocine él!
3. No conoces a su madre ni a sus amigos... ¡Genial!
Una de las principales razones por las que es mejor tener un gato que un novio es ésta. Tu gato no tiene millones de amigos que se empeñen en ir a ver el fútbol a tu casa todos los domingos por la noche. Y claro, tampoco tiene una madre que esté llamando 500 veces a la semana. ¡Su única prioridad eres tú!
4. Frente a la tele... ¡Tú decides!
Cuando estás sola con tu gato, las comedias románticas como Sexo en Nueva York, Friends o cualquier reality show son sagrados y os encanta verlos juntos en el sofá. Sin embargo, con tu chico tienes que negociar durante horas qué vais a ver en la televisión y suele salirse con la suya... ¡Gatos sí!
5. Ni cumpleaños, ni aniversarios
Tu gato nunca dejará de quererte aunque se te olvide su cumpleaños o vuestro aniversario. Además no hace falta que le regales nada. Sin embargo, tu chico se ha levantado tirando la casa por la ventana y resulta que quiere un regalazo para su cumpleaños. A eso añádele la cena por vuestro sexto aniversario, las vacaciones juntos o las Navidades. ¡Puedes acabar en la ruina!
6. Olvídate del desorden
Dicen que los gatos son los animales más limpios del mundo. ¿Qué puedes decir al respecto de tu chico? Desde que te mudaste a vivir con él has descubierto que aquello de que las mujeres somos más organizadas no era ninguna leyenda urbana...
7. No hay celos que valgan
A tu gato no le importa que no le avises cuando sales a tomar algo con tus amigas, ni que llegues tarde a casa, ni nada por el estilo. Y ya empezamos a estar cansadas de tener que darle tantas explicaciones a nuestro chico. ¡Plántate y exígele confianza!
8. Tu gato no ronca, sólo ronronea
Cuando tu gato duerme y ronronea está monísimo. Pero por mucho que intentes ver a tu chico mono cuando ronca... ¡No hay manera! Y, por supuesto, olvídate de dormir en toda la noche...
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