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Parto natural: las fases desde los primeros dolores hasta el nacimiento del bebé

por María Viéitez ,
Parto natural: las fases desde los primeros dolores hasta el nacimiento del bebé© GettyImages

El parto natural consta de varias etapas, desde que se inician las primeras contracciones hasta la fase expulsiva. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los partos naturales u cuándo pueden serlo.

El parto natural es el tipo de parto en el que el niño nace a través de la vagina y sin el uso de estímulos, o instrumentos como la ventosa para extraer. Si no se ha planificado una cesárea, que una vez iniciadas las maniobras de parto puede ser necesaria debido a la posición del bebé o a la salud física de la madre, sólo se trata de esperar a que el bebé nazca de forma natural cuando finalice la gestación. El parto natural consta de varias fases, desde las primeras contracciones y dolores (a las que se suma la ruptura de la bolsa amniótica) hasta la fase de parto y expulsión pasando por la dilatación.

Parto natural: dolores y dilatación, comienza la primera fase

La primera fase de un parto natural comienza con los dolores y las primeras contracciones, que se deben a los cambios anatómicos del cuello uterino, que se aplana y expande. Durante las primeras fases del trabajo de parto, las contracciones suelen ser esporádicas, aproximadamente cada hora, y se intensifican y aumentan la frecuencia a medida que se acerca el momento del parto.

Puedes saber que el momento de parir está cerca cuando tienes contracciones cada 15 minutos. Por medio de las contracciones, comienza la dilatación del cuello uterino, abriendo así el canal de parto por el que saldrá el bebé. En algunos casos, se toma la decisión de estimular el trabajo de parto recurriendo a diferentes métodos. En estos casso hablamos de partos inducidos. Cuando comienza el trabajo de parto, el cuello del útero se aplana por completo y, gracias a las contracciones cada vez más intensas, se expande hasta alcanzar un diámetro de unos 10 centímetros. Hasta los 4 ó 6 centímetros de dilatación, las contracciones suelen ser bastante espaciadas en el tiempo y de intensidad soportable.

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Segunda fase: el trabajo de parto

La segunda fase del trabajo de parto se inicia cuando las contracciones se vuelven más dolorosas y los intervalos de tiempo que las separan son más cortos. En este proceso, el cuello del útero se dilata del todo y puede durar de 30 minutos a 2 horas.

Cuando el cuello del útero se ha abierto de 3 a 4 centímetros, se puede aplicar la anestesia epidural, que consiste en la introducción de un anestésico local en el espacio entre las vértebras lumbares. La anestesia epidural se utiliza cada vez con más frecuencia para evitar los dolores típicos del parto natural. Cuando la dilatación del cuello uterino es de unos 8 ó 10 centímetros, las contracciones pueden ser muy intensas y cercanas entre sí. Cuando el cuello del útero se dilata hasta hasta coincidir con la circunferencia de la cabeza del niño, comienza la fase expulsiva, es decir, es momento para la madre de empujar. El período de dilatación puede durar de 2 a 8 ó 10 horas.

La expulsión del y las últimas etapas del parto natural

De media, la fase de expulsión del niño, es decir, el nacimiento real como resultado de los empujones de la madre, dura de 30 minutos a 2 horas y comienza cuando el cuello del útero se ha expandido completamente. En ese momento, y gracias a la fuerza que ejerce la madre, el bebé pasa por el canal de parto, una estructura músculo-mucosa compuesta por los huesos de la pelvis, el isquion y el íleon y la parte posterior del sacro y el coxis.

En la primera fase, que dura un máximo de una hora, la vagina aún no se ha estirado y la madre no siente la necesidad de empujar. La fase expulsiva comienza cuando la dilatación es completa. Las contracciones se ven favorecidas por la oxitocina, una hormona producida de forma natural por el cuerpo como resultado de los estímulos nerviosos que provienen de la dilatación del útero.

Si la cabeza del niño es mayor que la dilatación del útero, se recurre a la episiotomía en esta etapa para evitar sobrecargar a la madre o desgarrar el periné. Por lo general, el bebé sale con la cabeza por delante, pero en algunos casos está colocado de nalgas. En ese caso, se requiere la ayuda de la matrona. Finalmente, se debe expulsar la placenta y las membranas en la denominada fase secundiaria. Después del nacimiento, el útero se contrae de nuevo hasta que con el tiempo vuelve a la normalidad: el período desde el nacimiento del bebé hasta el retorno del ciclo menstrual se denomina puerperio.

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María Viéitez
Periodista
María es redactora digital y de contenidos de actualidad en enfemenino, y tiene claro que la comunicación es lo suyo. Seducida por la lectura, la escritura y las ganas de …
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