Lo que en apariencia era una revista femenina de moda era, en realidad, un folleto que contenía información útil para mujeres maltratadas. Se trata de un proyecto liderado por la Concejalía de Protección Ciudadana y puesto en marcha por la Policía de la localidad y su unidad contra la violencia de Género, el Grupo Artemis para animar a mujeres maltratadas a que denunciasen y viesen que tienen recursos a su disposición.
Los 70 ejemplares fueron repartidos por 18 establecimientos frecuentados por mujeres, como tiendas y bares, durante los casi dos años que ha durado el proyecto. En el interior de la revista se podía encontrar información útil para irse de casa en caso de correr peligro camuflada de reportaje de los 10 mejores destinos para hacer una escapada, testimonios de víctimas que sobrevivieron a la violencia machista camuflados de entrevista a una mujer desconocida o consejos para averiguar si tu pareja te vigila en las redes sociales camuflados de reportaje para triunfar en Instagram.
Esta experiencia piloto llevaba en marcha alrededor de un año y medio y los resultados se presentaron la semana pasada, con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género. Durante esos meses, fueron 24 mujeres las que acudieron a Artemis. De ellas, dos interpusieron denuncia, y el resto fueron derivadas al Centro de la Mujer.
Este proyecto, en el que muchas personas han trabajado de forma gratuita, se puso en marcha hace ya cuatro años siguiendo los pasos de una iniciativa similar desarrollada en Brasil, donde se formó a tatuadores profesionales para que pudiesen detectar marcas y moratones en la piel y así identificar casos de maltrato.
Una alternativa a los folletos tradicionales
El Ayuntamiento de la localidad contactó con la agencia creativa Sapristi para que diseñasen un cartel para el Día Internacional contra la Violencia Machista, pero decidieron trabajar en un formato diferente. El motivo, según explica Alfred Pavia, director creativo de la agencia, es que este novedoso formato puede llegar a más personas que los folletos tradicionales.
Y es que, según Eva Gadea, coordinadora de la Unidad Artemis, este tipo de folletos no cumplen el objetivo para el que son diseñados ya que dejan rastro y las víctimas de violencia de género no se atreven a leerlos en público o llevarlos a casa por miedo a que su agresor las descubra. Además, muchas de las víctimas no son conscientes de que lo son y, por ese motivo, no recurren a ellos.
Las revistas ya han sido retiradas para garantizar la seguridad de las víctimas y se ha esperado a que así fuera para difundir los resultados. Así, más establecimientos se han animado a colaborar con la causa en futuros proyectos y las comisarías de otras localidades muestran interés por emular la campaña en otras ciudades. Aun así, el diseño de los nuevos formatos se modificará por completo para no poner en riesgo a las mujeres que recurran a ellos.
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