Lamentablemente, el verano se acaba y empieza el colegio. La vuelta al cole está cada vez más cerca y los niños necesitan tener todo el listo para disfrutar aprendiendo y divirtiéndose durante el nuevo curso. Y aunque la ropa es importante, no debemos desatender el calzado. Los niños corren, juegan y hacen mucho ejercicio, por lo que sus zapatos y zapatillas pueden desgastarse más rapido. Por eso es importante elegir un calzado cómodo y resistente que le pueda acompañar durante todo el curso. No hacerlo puede generar a la larga problemas de movilidad o de espalda que durante la infancia son fáciles de evitar.
Uno de los aspectos más importantes a considerar es el material del que están hechos: si son aislantes, si son o no de piel material o si es resistente Y, por otro lado, si el agarre es cómodo y resistente para el niño. Para ayudarte a elegir y darte ideas, te sugerimos algunas propuestas como deportivas, botines, botas para los meses más fríos y otros zapatos planos. A continuación, te damos las claves que debes tener en cuenta cuando elijas el calzado para los peques.
¿Cómo deben ser los zapatos para el día a día de los niños?
Lo importante a la hora de elegir el calzado para los bebés y niños es que sea cómodo y flexible. Por otro lado, los peques cada vez van antes al cole o la guardería, por lo que debemos elegir un calzado adecuado a su edad para que estén cómodos. Dependiendo de la edad, varía el tipo de calzado que deben llevar.
Por ejemplo, para los niños que empiezan a caminar lo ideal es apostar por un calzado ergonómico y que no limite sus movimientos. En la fase de gateo, alrededor de los 7 meses, es preferible elegir un zapato más flexible. En torno a los 10 meses, es preferible optar por zapatos con un buen punto de apoyo, de modo que les de confianza y les anime a dar sus primeros pasos. Sin embargo, aa partir de los 12 meses, debemos buscar un calzado que no les apriete pero que al mismo tiempo les sujete para que puedan caminar bien.
8 consejos que debes tener en cuenta
1. Opta por zapatos fabricados con materiales naturales, como la piel, para asegurar la transpiración. (Comprar zapatos de piel en Amazon)
2. El zapato debe sujetar bien el pie y adaptarse a él para que sea cómodo. La mejor opción es, sin duda el velcro. Es cómodo y seguro y, además, los niños pueden aprender fácilmente a hacerlo. (Comprar zapatos de velcro en Amazon)
3. Deben ser planos (con poco tacón), anchos en la zona delantera para que no opriman los dedos y ligeros.
4. Escoge un zapato para cada ocasión: es decir, debes elegir en función de la actividad que va a realizar tu hijo. Para hacer deporte, por ejemplo, lo ideal es que tenga unas deportivas específicas para ello. (Comprar zapatillas de deporte en Amazon)
5. Por otro lado, asegúrate de que en invierno escoges unos botines calentitos y aislantes. (Comprar botines en Amazon)
5. A la hora de elegir la talla, tu hijo se lo debe probar con calcetines. Debes comprobar que hay un espacio de entre 0,5 y 1,5 cm entre el dedo más largo y el zapato. Para ello, presiona la punta del calzado y si los dedos se rozan es mejor elegir un número más. También es aconsejable que ande con ellos y te diga si se siente bien con ellos. Ten en cuenta el momento más adecuado para probárselos es por la tarde, ya que es cuando sus pies están más hinchados y así evitarás confundirte con la talla.
7. Nunca compres un número más para que pueda utilizarlos durante más tiempo. Si la talla no es la adecuada su forma de caminar podría alterarse y provocar problemas en los pies.
8. Para evitar caídas, sobre todo cuando se trata de los más pequeños, asegúrate de que el material de la suela es antideslizante. Además, es conveniente que sea flexible para que sean más cómodos mientras camina. (Comprar zapatos antideslizantes en Amazon)
¿Y cuando los niños son más mayores?
Después de todas estas indicciones, seguramente estés de acuerdo con nosotros: escoger el calzado infantil es una tarea un tanto complicada. Los niños crecen sin que apenas nos demos cuenta tenemos que estar siempre pendientes de cuándo es necesario renovar, no solo los zapatos, sino también la ropa.
Sin embargo, hay una ventaja en que crezcan, y es que a medida que se hacen mayores ellos mismos pueden indicarnos sus preferencias y si los zapatos les resultan cómodos o no. Además, ganan autonomía y puedes enseñarles a que se calcen ellos mismos y aprendan atarse la hebilla o los cordones. Aun así, ten en cuenta que la forma de la suela y la plantilla sigue siendo muy importante, más aún cuando el pie del niño está mas desarollado. Por eso, te recomendamos que sigas prestando especial atención.
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