Después del matcha y el té chai, la kombucha es la última bebida estrella a la que las famosas –y el resto de los mortales– no se pueden resistir. Y es que sus numerosas y tan beneficiosas propiedades para la salud la han convertido en la bebida estrella de la primavera y en una excelente alternativa a las bebidas carbonatadas y los refrescos. Pero lo mejor de todo es, probablemente, que la puedes preparar tu misma en casa con muy pocos ingredientes. ¿Quieres saber qué puede hacer la ombucha por ti y cómo debes prepararla? Sigue leyendo.
Kombucha: ¿qué es?
La kombucha es una bebida elaborada a base de té verde o té negro mezclado con SCOBY (por sus siglas en inglés), una colonia simbiótica de bacterias y levaduras también conocido como hongo kombucha. Este cultivo, una gelatina con forma circular, transforma los polifenoles del té en otros compuestos orgánicos durante la fermentación, un proceso que evita que proliferen otros microorganismos. Esta gelatina está compuesta por bacterias acuáticas que pertenecen a la familia Zooglea, a la que también pertendce el kéfir.
Esta fermentación, que debe tener lugar a temperatura ambiente, debe durar entre siete y catorce días. Después de este tiempo, la mezcla se convierte en una bebida con burbujas –aunque pocas–, de sabor ácido, fresca, deliciosa y muy saludable. Si te atreves a experimentar, puedes añadir rodajas de frutas y darle un sabor distinto. Y ya sabes: si estás trabajando para ser un instagrammer del estilo de vida healthy y el wellness, la kombucha casera no puede faltar en tu nevera.
¿Cuáles son las propiedades del té kombucha?
El éxito sin fronteras de la kombucha se apoya en los beneficios que tiene para nuestra salud. Pero el té kombucha no es un descubrimiento reciente. Esta bebida data del 220 a.C, año en que la dinastía Tsin de China la definió como el elixir de la vida y la inmortalidad. Y aunque no existen demasiados estudios científicos que apoyen la tesis de que es una bebida terapéutica, si se ha demostrado que es muy beneficiosa para la salud.
- El ácido glucurónico de la kombucha es útil eliminar las toxinas del organismo a través de la orina
- Controla los niveles de colesterol
- Equilibra y regula la flora intestinal
- Reduce el dolor y los síntomas de la artritis
- Es un eficaz tratamiento para aliviar los síntomas de las hemorroides
- Reduce el dolor de cabeza
- Mejora el funcionamiento del hígado
¿Qué tiene la kombucha?
Quizás te preguntes por qué este líquido fermentado y elaborado a base de té, hongos, levaduras y bacterias se ha convertido en bebida estrella, pero hay muchas razones para que esto sea así. Se trata de una bebida 100% natural, ecológica, sin azúcar y sin alcohol y, además, con numerosos beneficios para la salud.
Y es que la kombucha es rica en ácido fólico y vitaminas B1, B2, B3, B6, B12, C, D, E y K, una composición que convierte este líquido fermentado en una excelente ayuda para ayudar a nuestro organismo a producir nuevas células y mantenerlas sanas. ¿Te parece poco? Además, estudios realizados en animales demuestran que la kombucha tiene importantes funciones antimicrobianas y antioxidantes y, por último, promueve el buen funcionamiento del hígado y los riñones.
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Preparación de té kombucha paso a paso
Según el tiempo de fermentación y la temperatura a la que se lleve a cabo, el sabor de la kombucha puede variar. Así, si buscamos un sabor suave, lo ideal es que repose durante alrededor de siete días. Sin embargo, si buscamos un sabor más intenso y ácido, deberemos dejarlo durante diez o catorce días. ¿Quieres saber cómo puedes preparar esta bebida en casa? Toma nota.
Apenas necesitas ingredientes y utensilios ya que el contenido de la kombucha es muy sencillo. Solo se precisa un recipiente de vidrio, hojas de te (verde o negro), azúcar y un cultivo activo de levadura y bacterias.
Deberás preparar el té como haces de costumbre, calentando agua en un cazo e introduciendo las hojas. Durante la preparación del té, ve introduciendo el azúcar hasta que se disuelva. Después, déjalo enfriar.
A continuación, introduce el té con azúcar en el recipiente de cristal junto con el cultivo. Deberás tapar esta mezcla cubriendo la abertura del recipiente de vidrio con un trapo poroso y limpio. Sujétalo con una goma para que no puedan entrar el polvo ni las bacterias. Esta mezcla deberá reposar y fermentar durante, más o menos, diez días. Después de este tiempo se formará un líquido de sabor picante en la parte superior del cultivo que está formado por una colonia de bacterias. Dado que la temperatura es fundamental para que el fermentado se lleve a cabo correctamente, evita exponerlo a la luz del sol y a temperaturas frías y calientes extremas.
Observarás que se forma una capa blanca en la superficie, lo que significa que el proceso de fermentación es correcto. También es posible que aparezcan unas partículas de color marrón. No te preocupes, forman parte de las levaduras y puedes retirarlas sin que afecten al sabor o las propiedades de la kombucha.
