Callarse la boca para evitar un conflicto con un ser querido es una práctica habitual. Sin embargo, podría no ser tan amigable como creemos.
Cada persona es un mundo. Hay quienes prefieren callarse porque no tienen la suficiente confianza, quieren resultar majas o directamente optan por evitar conflictos.
El problema, es que callarse la boca podría no ser del todo bueno. A largo plazo, puede tener consecuencias fatales en nuestras relaciones personales.
Hay 3 motivos por los que muchas personas se callan para evitar conflictos (y no es bueno hacerlo)
La psicología lo tiene claro. Cuando una persona se calla para evitar un conflicto, puede interpretarse como:
- Ansiedad social.
- Necesidad de aprobación.
- Miedo a ser rechazado o juzgado por dar su opinión.
Este patrón de comportamiento, que puede ser habitual en muchas personas, puede tener importantes repercusiones. Incluso podría terminar afectando a su bienestar emocional y a la calidad de las relaciones que mantiene con otras personas, ya sea su pareja, sus amigos o su familia.
Es un sentimiento habitual en personas muy sensibles y emocionales. Asimismo, hay 3 motivos que llevan a muchas personas a optar por callarse:
Por estabilidad emocional
A menudo, las personas que optan por callarse valoran la paz y estar tranquilas. En muchos casos, son personas que crecieron en entornos conflictivos, lo que les lleva a rechazar este tipo de actitud y confrontaciones. Son personas que evitan los conflictos por supervivencia.
Por miedo a perder los papeles
No todo el mundo es capaz de controlarse cuando se "entra al trapo". Hay personas que sienten un miedo irracional a decir algo malo y prefieren no expresar su opinión, para no caer mal o evitar ofender. Al final, es un tipo de inseguridad que se manifiesta en este tipo de actitudes.
Por el deseo de agradar a otras personas
Hay personas que prefieren resultar majas siempre y quedar bien, para agradar a los demás. Normalmente, son perfiles que necesitan sentirse aceptados y que tienen miedo a decepcionar a los demás. Prefieren sacrificar sus propias necesidades o ideas antes de perjudicar al resto.
¿Es malo evitar conflictos y callarse siempre la boca?
Depende de si se convierte en algo habitual o sistemático. Ten en cuenta que con el paso del tiempo, estas personas pueden sentirse agotadas o incluso invisibles. Al final, no es bueno.
Si se convierte en algo rutinario, por pura supervivencia, puede causar problemas de frustración, baja autoestima, dificultad para tener amigos y aumentar el estrés o la ansiedad.
LETTER
No estás sola: hay trucos que te ayudan a saber actuar frente a conflictos
Si estas situaciones te resultan familiares y no quieres callarte nunca más, que sepas que hay ejercicios que te pueden ayudar a decir que no y a poner límites. Siempre respetando a la otra persona.
También funciona muy bien practicar la respiración profunda, la meditación o el mindfulness. Te ayudarán a verlo todo de otra manera.