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¿Sabes cómo evitar los problemas más frecuentes en los pies?

por Elvira Sáez ,
¿Sabes cómo evitar los problemas más frecuentes en los pies?© Getty

Aunque el paso del tiempo causa inevitables estragos en nuestros pies, podremos atenuarlos llevando a cabo las oportunas prevenciones.

Artículo elaborado por Juan Carlos Montero Vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA


A pesar de que los pies nos permiten andar y soportan nuestro peso a lo largo de toda nuestra vida, en muchas ocasiones aún seguimos sin prestarles la atención que se merecen. Con el paso del tiempo es normal que nuestras articulaciones se resientan y, con una gran frecuencia, desarrollen determinadas patologías como durezas, callos, juanetes, dedos en garra y otras anomalías que pueden desarrollarse antes o después y, en mayor o menor grado, en función de las prevenciones y cuidados que estemos desarrollando durante nuestra vida.

Muchas de estas patologías tienen algún componente genético, pero la mayor parte de ellas depende de la acumulación de años de malos cuidados y abusos y, su desarrollo, también de la prevención. Por ello, además de llevar a cabo cuidados diarios, son necesarias las visitas periódicas a la consulta de Podología para ver cuáles son los riesgos que podemos estar corriendo y las medidas oportunas que podemos llevar a cabo en base a nuestro caso concreto.

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Algunas de las patologías son fáciles de desarrollar, como los callos, que son respuestas de nuestra propia piel que surgen en defensa a un roce. No obstante, en el caso del pie de las personas adultas y, sobre todo de las personas mayores, al ser de riesgo, suele suceder que se desarrollen varias anomalías de forma simultánea. Además, el pie puede ser el lugar primario de manifestación de numerosas enfermedades osteoarticulares, endocrino-metabólicas, cardiovasculares, etc. que pueden complicar el desarrollo de las diferentes patologías.

Por otro lado, debemos considerar que, las mujeres, tanto jóvenes como mayores, tienen más problemas en los pies que los hombres y, en la mayor parte de los casos, esto deriva del uso de tacones y la elección de un mal calzado. En este sentido, es importante conocer aquellas anomalías que son más propensas a aparecer y qué debemos hacer para evitarlas.


Alteraciones en la piel


Las alteraciones dérmicas son las más frecuentes, pues abarcan multitud de anomalías que van desde infecciones o verrugas, hasta hiperqueratosis, que son microtraumatismos producidos por una hipertensión a raíz de un roce repetido y, dependiendo del grado, será un callo o heloma, o una dureza o callosidad. La diferencia del término viene dada por la localización:

  • Será conocido como callo o heloma si aparece en el dorso de los dedos de los pies. En esta ocasión, será pequeño y, probablemente, desaparecerá cuando se elimine su foco de causa.
  • Será una dureza o callosidad cuando se presente por ser una acumulación de células muertas que puede aparecer en casi cualquier localización, siendo más frecuente en la zona de la planta del pie.

Cuando de la piel se trata, lo esencial para evitar alteraciones es mantener una buena rutina de cuidados de higiene diarios que incorporen un correcto lavado, secado, e hidratado. Además, es esencial que los calcetines sean de fibras naturales y se cambien diariamente, pues estarán en continuo contacto con la piel.

Por otro lado, es igualmente clave la buena elección de un calzado cómodo y de calidad, cuestión que nos ayudará siempre a evitar la aparición de problemas.


Alteraciones en las uñas


Por lo general, con el paso del tiempo, las uñas suelen resentirse, volviéndose más secas, duras, e incluso quebradizas. En este caso, los problemas más frecuentes son:

  • Las uñas encarnadas, cuando los extremos se doblan hacia dentro clavándose en la piel. Suele ocasionar bastante dolor, enrojecimiento e inflamación. Además, es esencial acudir a la consulta de Podología para que nos las traten o, simplemente, nos aconsejen cómo cuidarlas pues, si es un caso grave, podría llegar a causar una infección de la zona, incluso de hueso en casos más extremos. El profesional de podología realizará el tratamiento oportuno que a veces se podrá resolver de manera conservadora y en otras ocasiones de forma quirúrgica.
  • Onicomicosis es el término que engloba a las diferentes infecciones causadas por hongos, como dermatofitos o cándidas.
  • Uñas hipertróficas u ornicogrifósicas, es decir, con un engrosamiento excesivo. Suele producirse por dejadez y puede darse en personas mayores que no cuentan con los cuidados necesarios. Este problema puede derivar en otros más graves para la salud y a veces está relacionado con onicomicosis.

Para evitar los diferentes problemas en las uñas es clave, principalmente, cortarlas de forma adecuada, mantenerlas con un largo moderado y, usar zapatos cómodos, de la talla correcta y de materiales naturales. También serán esenciales los cuidados de higiene. Además, para evitar infecciones se deben tomar medidas en algunos lugares públicos como las piscinas o las duchas de gimnasios No obstante, en las preventivas consultas a los profesionales de podología, nos aconsejaran e indicarán como realizar los concretos cuidados para evitar que nuestras uñas se encarnen con el paso del tiempo.


Alteraciones en los dedos

Las alteraciones en los dedos que pueden desarrollarse con el paso del tiempo son muy variadas:

  • Hallux valgus, conocidos comúnmente como juanetes, son la desviación hacia dentro del primer dedo. Esta anomalía puede desarrollarse hasta ser incluso necesaria la intervención quirúrgica debido a que en algunos casos produce dolor e incapacidad funcional. Sin embargo, en muchas ocasiones con modificaciones en el hábito del uso de calzado y plantillas podológicas se produce una disminución en dolor y una mejora en la funcionalidad del pie.
  • Dedos en martillo, que engloban diferentes tipos de anomalía, como los dedos en garra y, suelen darse acompañados de otras anomalías. La problemática aquí surge por el roce que se produce con el calzado, causando a veces “ojos de gallo”, que resultan muy dolorosos. En este caso, la visita a la consulta de podología será obligada, pudiendo aplicar tratamientos conservadores como la realización de ortosis de silicona podológicas a media, en casos más extremos el tratamiento quirúrgico.
  • Alteraciones estáticas que dependen del origen del problema, pudiendo ser por: pies planos, cavos, valgos o varos.

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De este modo, con el paso del tiempo se pueden desarrollar diferentes tipos de anomalía que se pueden dar tanto aisladas como de forma conjunta. Por ello, siempre la cuestión principal será la mencionada visita preventiva al profesional de la Podología que nos asesorará para evitar el desarrollo de estas anomalías en un futuro y, en el caso de que ya hayan aparecido, nos diagnosticará y ayudará a tratárnoslas.

Por otro lado, una de las cuestiones principales a tener en cuenta es que existen algunas enfermedades que pueden agravar los problemas en los pies, como en el caso de las personas diabéticas, por lo que se deberá extremar aún más la prevención. En todo caso, es igualmente recomendable acudir al profesional de podología para prevenir o tratar toda la problemática que se produce en nuestros pies.

Elvira Sáez
Elvira Sáez es redactora en enfemenino. Se graduó en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y pronto inició su andadura profesional en los medios digitales. Se ha especializado en …
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