Las mujeres tenemos más predisposición a sufrir las temidas estrías, debido fundamentalmente al complejo sistema endocrino femenino. Además, existen determinadas zonas de nuestro cuerpo más propensas a la aparición de estrías que otras, como por ejemplo, los muslos, las caderas, el vientre, los glúteos, pechos y brazos, pues son zonas que tienden a acumular más grasa, y por tanto es más probable que cambien de volumen con frecuencia. El Dr. Manuel Iglesias, Director del Departamento Médico de Centros Único, nos explica cómo combatirlas de manera definitiva.
Las estrías aparecen en nuestra piel cuando ésta ha sufrido un determinado cambio brusco como el de estas celebrities, ya sea mediante una pérdida o un aumento rápido de peso, durante la gestación de un embarazo o por desequilibrios hormonales.
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Cuando nuestra piel se expande o contrae demasiado, las fibras de los tejidos se rompen, y la consecuencia visible de esto es la aparición de las temidas estrías. Las más tempranas tienen un color rojizo, que pasa a ser blanco cuando éstas ya llevan un tiempo asentadas en nuestro cuerpo. Es cuando las estrías están en su fase más temprana y aún son rojas, cuando es más fácil eliminarlas, pero, como en todo, siempre es mejor prevenir que curar y esto, también es posible.
Si nuestras estrías son blancas nacaradas, es decir, aquellas que están más arraigadas en la piel y por tanto cicatrizadas, es recomendable recurrir a determinados tratamientos estéticos que pueden ayudarnos a combatir las estrías. DoubleCorp es un tratamiento que combina dos tecnologías simultáneamente, Ultrasonidos Tridimensionales y Radiofrecuencia, y que consigue atenuar las estrías y cicatrices, tonificar y reafirmar nuestra piel así como reactivar la circulación y la creación de colágeno. Se pueden suavizar las estrías sin necesidad de someterse a complejas intervenciones quirúrgicas con sesiones de entre 30-40 minutos de duración y prácticamente indoloras.
Por otro lado, las estrías rojas son más fáciles de tratar. Lo mejor que puedes hacer es mantener una alimentación saludable y regular, que contribuya a que tu peso se mantenga estable.
