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Olvídate de correr: este deporte suave y efectivo quema calorías y refuerza la capacidad respiratoria sin cansarte

por El equipo editorial ,
Olvídate de correr: este deporte suave y efectivo quema calorías y refuerza la capacidad respiratoria sin cansarte© shutterstock_2192311399

Adiós al running, mejor apuesta por este deporte que favorece la pérdida de peso y desarrolla la capacidad respiratoria sin forzar ni fatigarse. ¡No te lo pierdas!

Salir a correr suele ser la actividad física favorita por quienes quieren perder peso. Pero además del running, existe otro tipo de caminata, a menudo considerada un deporte 'de abuela'. Se trata de la marcha afgana, una técnica de caminar basada en la coordinación de la respiración con el ritmo de los pasos.

Nacida en los años 80 a partir de las observaciones del francés Édouard G. Stiegler sobre los caravaneros afganos, capaces de recorrer más de 60 km diarios durante decenas de días, la marcha afgana sitúa la respiración en el punto central del ejercicio y trae numerosas ventajas. Favorece una respiración abdominal profunda y regular, clave para la resistencia y el bienestar.

Los beneficios de la marcha afgana

Como explica Ma petite rando, la marcha afgana permite entrenar progresivamente los pulmones para trabajar de manera más eficiente. Recupera una respiración amplia, profunda y abdominal, lejos del aliento corto e irregular que impone el estrés cotidiano, lo que brinda una mejor oxigenación y una respiración más natural.

Este tipo de caminata también aumenta la resistencia: permite caminar más tiempo, a mayor velocidad, y subir pendientes sin quedarse sin aire ni sentir que el corazón se acelera.

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Marcha afgana: cómo iniciarse en esta práctica deportiva

Antes de comenzar con la marcha afgana, los expertos recomiendan preparar el cuerpo. Lo primero es tomar conciencia de la postura: un cuerpo suelto y relajado facilita caminar sin tensiones ni molestias. Para ello, se movilizan suavemente las diferentes partes del cuerpo.

Luego, conviene redescubrir la propia respiración y experimentar con un ritmo básico. Lo ideal es comenzar la marcha afgana en un terreno llano y en un entorno natural, como la playa, el campo o un parque urbano. Es fundamental practicar con regularidad y contar con el equipamiento adecuado: ropa ligera y calzado cómodo.

Al iniciarse, es importante escuchar las sensaciones para ajustar el ritmo al propio paso y no forzar la respiración. Con el tiempo, quienes practican la marcha afgana encuentran el ciclo más adecuado a su fisiología y a sus objetivos.

El equipo editorial
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